Nuestra Señora de La Paz a parte del propio Escuque, nacieron en torno a
esta dinámica de trashumancia en la que sus habitantes se vieron forzados a
vivir a lo largo de trece azarosos años. Trujillo, de esta manera se va
afianzando de forma paulatina con el transcurrir de los años. El territorio
conquistado por los españoles será modelador de hombres de temple,
laboriosos, dedicados a las actividades agrícolas y de comercio. La posesión
de la tierra le va granjeando fortuna a la ciudad y a sus pobladores, los une en
un sentido común. Los define como habitantes de un espacio que les
pertenece y al que pertenecen.
2.4. Las Instituciones
La errabunda existencia de los primeros pobladores, no solo permite la
exploración y la conquista de un territorio que se le arrebata a grandes tajos a
los dueños originarios, sino que otorga derecho de propiedad. La
administración centralizada en el cabildo de la ciudad, les permite a los
habitantes que se asentaron de manera definitiva en el valle de los Mucas,
hacerse de importantes propiedades, en los más diversos parajes de la
geografía trujillana.
Esto permitió formar identidad, es decir ese reconocimiento del hombre
con su espacio. Parte de esa construcción del Trujillo, como región histórica
se afianza con una experiencia en el propio período colonial, esto es; el
Mayorazgo de los Cornieles, el cual se extendió por gran parte de las tierras
conquistadas y que sirvió de asiento a los primeros pobladores que se hicieron
llamar trujillanos. Su condición de indivisible, garantizó de igual manera, la
integridad territorial de dicho espacio, hermanando aún más al hombre con su
tierra.
A este respecto, Rojo (1997a), nos señala que:
Según documento localizado en el Archivo General de la
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Arbitrado
Es así, que Boconó, Motatán, Sabana Larga, Pampán y Trujillo de