embarcado en un ambicioso proyecto de venta de las aguas de su río
África (África occidental): cuando el nivel de los enormes ríos de África
Occidental comenzó a disminuir, la totalidad de las economías del área
enfrentaron importantes dificultades. Ghana, por ejemplo, se ha tornado
totalmente dependiente del suministro hidroeléctrico de la represa de
Akosombo, sobre el río Volta. Malí, uno de los países más pobres del planeta,
depende del río Níger, que fluye desde Guinea a Nigeria. Australia (sur de
Australia): Australia es el continente más seco del mundo, sus colonos
buscaron durante años la posibilidad de revertir el flujo de los ríos costeros
hacia el interior del territorio. Un ambicioso plan para redirigir el caudal del Río
Snowy terminó en un fracaso, amenazando con privar de agua potable a la
ciudad de Adelaida.
Es evidente que el recurso agua dulce, se debe analizar con base en
una “revalorización geopolítica y geoeconómica” (Quagliotti, 2007: 12). Los
analistas internacionales observan con detenimiento la evolución de focos de
conflicto que se vienen presentando en distintas partes del mundo. Es así
como Delgado (2003), de la Universidad Nacional Autónoma de México
reafirma esta importancia del recurso agua, señalando lo siguiente:
Es claro que la redefinición y revaloración de los espacios
geográficos ricos en este recurso adquieren una nueva
dimensión de creciente disputa, tanto geoeconómica como
geopolítica. En tal contexto, es de esperarse que, en los 214
sistemas fluviales internacionales más importantes, cada uno
compartido por dos o más naciones y de los que dependen
cerca de 40% de la población mundial (IPCC. De hecho, ya
existe un considerable número de disputas. Las pugnas
pasibles de desencadenar conflictos bélicos son factibles. (pág.
92).
Entonces, el recurso agua es cada vez más preciado, tanto para uso
doméstico, industrial o agrícola. Su escasez lo convierte en prioridad vital para
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Artículo
Manavgat a Medio Oriente.