establece una relación con su medio educativo, ya que su identidad del yo se
alimenta de la identidad colectiva.
Ya lo mencionan algunos autores, que la identidad se inicia al retomar
y recrear desde el contexto cultural y profesional, las acciones que realizan los
sujetos y sus expectativas sociales y culturales, como son sus valores y
afirmaciones, es decir, las representaciones y significados que se ubican de
forma constante en la vida diaria, alcanzaran la conciencia sociocultural y se
verá reflejada por medio de los valores morales que dispongan, considerando
a la vez sus habilidades y estilos de vida de acuerdo a los cambios sociales y
culturales. A tal efecto, Carrizales (2001), señala:
Ser universitario implica sentirse protagonista en la creación de
un mejor mundo posible ¿si no es eso, ¿qué es?, ¿acaso basta
estudiar, trabajar, cobrar en la Universidad para ser
universitario? No, ello implica estar, pero no ser. Se puede
estar sin ser. Ser Universitario implica sentirse, reconocerse,
expresarse como universitario (pág. 61).
Por su parte, González (2009) complementa esta idea enfatizando la
visión filosófica y humanista, como componente de la identidad en los
universitarios:
La universidad no sólo debe cambiar para adaptarse sino
también y sobre todo, para preparar un porvenir conforme a
una cierta concepción filosófica y humanista de la vida en
sociedad. La educación debe formar ciudadanos activos
capaces de dominar el progreso tecnológico para darle sentido
a la vida intelectual y colectiva, para respetar el equilibrio del
planeta, hacer reinar la paz, reducir la violencia y forjar un
verdadero proyecto de sociedad (pág. 94).
Con ello reconocemos que el sentido de la identidad es la conciencia
que tiene todo estudiante de pertenecer a una universidad, así como el
significado de valor que resulte de ello, esta identificación debe ser tomada
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Artículo Arbitrado
colectividad, identidad que se determina cuando el estudiante universitario