La integración familia escuela supone entender la enseñanza como un
proceso de investigación, de continua búsqueda a la calidad educativa, la cual
conlleva a entender el oficio del personal directivo y docente completando la
reflexión y el trabajo formativo con el análisis de las experiencias y potenciales
de la comunidad, como elemento esencial de lo que constituye la propia
actividad escolar. Se entiende entonces que la acción cooperativa de la
comunidad y de los padres y representantes constituye una vía de reflexiones
sistemática sobre la pedagogía que permiten optimizar los procesos de
enseñanza - aprendizaje.
En tal sentido la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
(1999: 24), en su artículo 76 establece “el deber compartido e irrenunciable del
padre y la madre de criar, formar, educar, mantener y asistir a sus hijos e hijas”.
Desde el punto de vista social, a través de la participación familia -
escuela se identificarán los factores de riesgo social generando un clima de
reflexión y orientación interrelacionada en todos los actores responsables sobre
la formación en el hogar y su participación responsable y coherente en el
proceso enseñanza – aprendizaje, a partir de la revisión de las características
particulares del niño o niña y de su entorno para buscar las mejores vías hacia
el éxito personal y profesional. Además, se trata de encontrar los elementos
más idóneos que permitan generar cambios los de conducta apropiada y que
permitan mejorar la calidad de vida de la colectividad, logrando así la inserción
del estudiante en la vida productiva de la comunidad.
Por otra parte conviene destacar que la propuesta ofrece la oportunidad
de integrar y responsabilizar a los padres y representantes en las actividades
educativas, fomentando acciones colectivas con el fin de transformar
progresivamente a la institución escolar en una verdadera comunidad de
ciudadanos con metas comunes, orientados hacia el perfeccionamiento de la
formación ética e intelectual de los estudiantes, y que como miembros de la
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Artículo Arbitrado
6. Reflexiones finales