Desde la postura de Aristóteles los valores son esenciales para la vida,
dándole funcionalidad a las cosas y, por lo tanto, le dan razón de ser en la
discrecionalidad humana. Los valores dependen del punto de vista que los
asuman los seres humanos. Desde las voces de Doc3: “los valores son
esenciales para la vida de todo ser humano, sin valores no tendríamos cultura
y ética”, como puede apreciarse la docente considera a los valores esenciales
para el proceder del ser humano.
Para el Rep1. Los valores “son virtudes de toda persona que posee
según sus principios formados en el hogar y tienen que ver con la ética y la
moral”. Por lo que para entender los valores como virtudes Touriñan (2008),
se hace necesario considerar los valores como principios éticos, como
acciones que se explican en las virtudes y en las actitudes concretas del ser
humano. Por otra parte, Rep4. Indicó “para mí los valores están presente en
la vida cotidiana, son esenciales en nuestra vida”
Para Ortega y Mínguez (2001: 28), los valores forman parte de la rutina
de la existencia del ser humano, de tal modo que constituyen “unos excelentes
termómetros que marcan el grado de integración o desintegración que
experimentan los diversos grupos sociales”. En este sentido se hace necesario
descubrir los valores en uno mismo, tomar conciencia de ellos y ver hasta qué
punto éstos orientan la propia vida. Para Murcia (2001: 61), el rol que
desempeñan los valores en la vida diaria y su necesidad para guiar la conducta
del ser humano, se encuentran íntimamente relacionados con la existencia del
hombre. Por lo tanto, como esencia de la vida conducen y orientan al ser
humano en su accionar consigo mismo y con los otros, conformando virtudes
esenciales en la vida diaria, que orientan la conducta del ser humano, por
cuanto los mismos se encuentran en cada sujeto.
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Artículo Arbitrado
4.1. Los valores como esencia y virtudes de la vida de la vida