Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 85

Desde la postura de Aristóteles los valores son esenciales para la vida, dándole funcionalidad a las cosas y, por lo tanto, le dan razón de ser en la discrecionalidad humana. Los valores dependen del punto de vista que los asuman los seres humanos. Desde las voces de Doc3: “los valores son esenciales para la vida de todo ser humano, sin valores no tendríamos cultura y ética”, como puede apreciarse la docente considera a los valores esenciales para el proceder del ser humano. Para el Rep1. Los valores “son virtudes de toda persona que posee según sus principios formados en el hogar y tienen que ver con la ética y la moral”. Por lo que para entender los valores como virtudes Touriñan (2008), se hace necesario considerar los valores como principios éticos, como acciones que se explican en las virtudes y en las actitudes concretas del ser humano. Por otra parte, Rep4. Indicó “para mí los valores están presente en la vida cotidiana, son esenciales en nuestra vida” Para Ortega y Mínguez (2001: 28), los valores forman parte de la rutina de la existencia del ser humano, de tal modo que constituyen “unos excelentes termómetros que marcan el grado de integración o desintegración que experimentan los diversos grupos sociales”. En este sentido se hace necesario descubrir los valores en uno mismo, tomar conciencia de ellos y ver hasta qué punto éstos orientan la propia vida. Para Murcia (2001: 61), el rol que desempeñan los valores en la vida diaria y su necesidad para guiar la conducta del ser humano, se encuentran íntimamente relacionados con la existencia del hombre. Por lo tanto, como esencia de la vida conducen y orientan al ser humano en su accionar consigo mismo y con los otros, conformando virtudes esenciales en la vida diaria, que orientan la conducta del ser humano, por cuanto los mismos se encuentran en cada sujeto. 85 Artículo Arbitrado 4.1. Los valores como esencia y virtudes de la vida de la vida