Pero a la vez, es fundamental que se respeten los valores de las minorías y
de los individuos, porque todos los constituye una sociedad. Se trata del deber
ser para beneficio del colectivo y así una sociedad más humanista.
Por ello, si los actores de la escuela y la familia formamos desde la
práctica los valores, donde cada uno se responsabilice de sus acciones, giren
en torno al bien común y todos mantenemos una coherencia entre nuestra vida
y nuestros valores, estaremos construyendo a la constitución sana de una
sociedad de valores. Cabe destacar, que los valores sociales surgen
primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia y entre los
cuales se debe tener en cuenta el respeto, la tolerancia, la honestidad, lealtad,
trabajo, y la responsabilidad.
2.3. Los valores desde una perspectiva socio-educativa
Ubicando a los valores desde una perspectiva educativa, los mismos
vienen a representar un intento de clarificación del distinto teórico sobre el
valor y al mismo tiempo una praxis distinta de la educación en valores. Recoge
elementos de nuestra esencia del ser humano: valores y educación. Mientras
que la preocupación por los valores quedó plenamente asumida en el informe
de la Comisión Internacional de Educación para la UNESCO, coordinada por
Delors (1996), que tuvo la virtud de recoger las aspiraciones de numerosos
colectivos de educadores del mundo y de pensadores que han brillado sus
pedagogías, en el que ponen manifiesto los cambios profundos educativos en
la transversalidad del desarrollo humano en las sociedades.
Desde un punto de vista socio- educativo, los valores se consideran a
referentes pautas o abstracciones que orientan al comportamiento humano
hacia la transformación social y la realización de la persona, para ello presenta
guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada
individuo de cada grupo social (Bello; 2008: 33). Los valores humanos,
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Artículo Arbitrado
intereses comunes, los que van a dar la mayor suma de la felicidad a todos.