Con relación a la fundamentación teórica que sustenta esta ponencia,
es preciso señalar la importancia de “La escritura académica en Venezuela.
Investigación, reflexión y propuestas” cuyos compiladores son Serrano y
Mostacero (2014). Se alude a la urgente necesidad de encontrar herramientas
pedagógicas para facilitar el desarrollo del lenguaje y pensamiento.
Por su parte, investigadores como Cassany (1999), Parodi (2005) han
difundido importantes estudios sobre las dificultades que interfieren en los
procesos de producción y comprensión de textos orales y escritos. En tanto,
Bolívar y Beke (2000) y Bolívar (2011), Martínez (1997), Swales (1990) se han
interesado en las características del discurso en los entornos científicos,
profesionales y académicos.
También es un referente ineludible es Carlino (2003, 2004, 2005), quien
llama la atención sobre el concepto de alfabetización académica para significar
las especificidades de los discursos atendiendo a las distintas disciplinas
científicas, pues cada una de ellas dispone de “una particular cultura escrita,
con prácticas e interpretación y producción textual características” (Carlino,
2003, pág. 413).
Finalmente, tenemos a Sarda y Sanmartí (2000), Fernández (2002)
Cordero (2000) y Gramajo (2002), quienes abordan las dificultades escriturales
presentes en los textos argumentativos elaborados por escolares. Los datos
reportados por estos investigadores ratifican que los estudiantes confrontan
dificultades al momento de precisar su intención argumentativa, estructurar su
argumentación y adecuarse a las necesidades del contexto.
Van Dijk (1978) señala que las categorías que conforman un texto y que
permiten identificarlo, no son sólo categorías estructurales sintácticas, sino
también conceptuales semánticas; a las que se le deben sumar las categorías
pragmáticas relacionadas con las funciones específicas de los tipos de textos.
Para describir los aspectos sintácticos, semánticos y pragmáticos del texto, es
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Artículo Arbitrado
2. Teoría y conceptos