Revista Scientific Edición Especial - Febrero-Abril 2017 | Page 474
conocimiento y formulación y generación de nuevas realidades” (pág. 32).
Según este pensador, se hace necesario conocer los procesos de
cambios y sus proyecciones frente a las sociedades cuyas características de
ser dinámicas y variantes; requieren permanente interpretación y adecuación
de las acciones para dar respuesta a las necesidades que surjan dentro del
seno de estas. Esto incluye la forma de liderar en esas sociedades. En igual
tendencia, la hermeneusis del gerente del tercer milenio debe ser la génesis
para la transformación de los contextos, impulso y sustento de la praxis
directiva.
En el ámbito Latinoamericano, resulta inocultable frente a una
interpretación de la evolución de las sociedades y sus aportes científicos y
sociales para la consolidación del conocimiento; que hacía necesario disponer
de la figura de gerentes y líderes formados y actualizados para direccionar
esos esfuerzos sinérgicos hacia el alcance de niveles competitivos dentro de
todas las organizaciones que conforman las sociedades en esta parte del
mundo.
Específicamente, las Instituciones de la administración pública pueden
considerarse organizaciones sociales, puesto que, como lo señala Beckles
(2007) la organización es “una estructura de relaciones entre personas,
trabajos y recursos” (pág. 47) éstas a su vez, están conformadas por un grupo
de individuos que ejercen determinadas funciones ordenadas por fines,
objetivos y propósitos, dirigidos hacia la búsqueda de la eficiencia y la
racionalidad del proceso de la administración y organización de los recursos
de la Nación.
En tal sentido, la gestión de las organizaciones sociales tienen
demandas de habilidades especiales, porque debe estar basada en el trabajo
en equipo, para quien trabaja en forma colectiva, y logre internalizar las tareas,
los objetivos, las estrategias, y tener una visión común de las cosas, y una
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Arbitrado
paradigmáticas; es decir, los aspectos que contribuyen en la autopoyesis del