Mientras todos estos hechos se iban develando, el descontento civil crecía. Es por esto que surgen varios grupos“ apolíticos” que son“ grupos de ciudadanos con conciencia cívica sin filiación a un partido político”. Ellos, por medio de las redes sociales, convocan marchas pacíficas exigiendo la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti y la lucha contra la corrupción. Estas protestas empezaron movilizando a más de 30,000 guatemaltecos que iban a reunirse frente al Palacio Nacional de la Cultura. Jóvenes, ancianos, niños, todos unidos en una sola voz contra la corrupción. El día clave fue el 27 de agosto en donde se instó a un paro nacional. Más de 100,000 guatemaltecos marcharon hacia el Palacio, unidos como pueblo civil en un movimiento pacífico contra la corrupción. Adicionalmente, varias empresas, universidades y colegios cerraron sus puertas este día en apoyo al paro. Se exigía la renuncia del Presidente, después de que la CICIG y el MP lo involucraran como uno de los cabecillas junto a la ex vicepresidenta de la red de desfalco aduanero llamado La Línea. Las protestas han logrado, de momento, la renuncia de la vicepresidenta, Roxana Baldetti, seguido de su envío a prisión y el 1 de septiembre el Congreso de la República votó por unanimidad al Presidente Otto Pérez Molina y en la madrugada del 3 de septiembre dimitió a su cargo.
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