JUANITA MARTINI
Por ejemplo, hoy en mi vida apareció una
persona vaaaarios años mayor que yo y la
verdad es que no quería nada. Me rehusé a
mirar y no le quería dar ni una oportunidad
tampoco al “viejecillo” como amorosamente
le llamamos mis amigas y yo, ¡jaja! Pero de
repente me tocó verlo en acción, opinando,
conversando y poniendo los puntos sobre
las ies. Ahí no más quedé, más caliente que la
mierda con el viejo, ¡jajajaja! Vamos a ver ahora
cómo le hacemos pa’ tirarnos al dulce. ;)
Siguiendo con el tema, no quiero que estén
pensando en que hay que buscarse cerebritos,
tampoco. A lo que voy es a esa inteligencia de
poder ser lo que quieren y lograr lo que se
proponen. De motivarse. ¡De lograr cosas! Qué
mejor que ver a tu hombre vibrar con algo y que
brille el chiquillo haciendo lo que se proponga,
que tengan toda la confianza en sí mismos y se
note. Un protector al final po, un proveedor y
eso es lo que ¡trogloditamente queremos! Y al
final, nos cal