Ya mayor, las drogas y el alcohol acompañaban
cada acorde que tocaba. En el año 69, Santana
estaba a punto de tocar en el escenario del
festival de Woodstock, un escenario muy
importante para todo músico, ya que era estar
en la vitrina y en las puertas de la fama. Las
drogas estaban por todos lados y Santana
estaba totalmente drogado con LSD. La hora
pasaba y tenía que presentarse ante cientos
de personas, era su oportunidad de brillar pero
el LSD se lo impedía. Al darse cuenta de que la
borrachera y la droga no se le pasaba a horas
de su gran presentación, como buen mexicano
se encomendó a la virgen de Guadalupe para
que lo ayudara en su presentación. La hora
llegó y Santana subió al escenario y tocó
como los dioses. Desde ese día, Santana dejó
las drogas y hasta la actualidad cada vez que
viaja a Ciudad de México, pasa por la Basílica
de Guadalupe a rezar y dar las gracias.
En 1998, Santana creó la fundación Milagro
donde ayuda a niños de escasos recursos
alrededor del mundo, de esta forma da las
gracias por lo bien que lo ha tratado la vida.
Por: The Ragnor Kingdom y Marcelo Díaz.
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