VIAJES AL SUR DEL MUNDO
En el Museo Larco hay una colección de
artículos de bronce, estatuas, momias,
maquetas de dibujos de Nazca, túnicas de
oro y joyas de distintas dinastías de Perú. Y
en el Museo de Oro se encuentran casi todas
las reliquias de oro encontradas a lo largo del
Perú. Las reliquias que he visto en Perú son
las más refinadas después de China. Entre
las reliquias más refinadas había un puñal de
oro Inca con tallados de tótem de puma, y una
túnica de oro en la cual , los hilos entrelazados,
forman un tótem de pájaro. En ninguno de
los dos museos había reliquias del período
colonial, ya que los peruanos consideran la
colonia como vergüenza nacional, incluso
evitan hablar de ese pedazo de historia.
Almorzamos en un restaurant de Chinatown.
La comida china de Lima es más deliciosa
que la de China. Si Lima fuera un palacio en
ruinas, Chinatown sería su última lámpara
encendida. Comparando con el resto de la
ciudad, Chinatown siempre está lleno de
gente. Los peruanos son muy simpáticos con
los chinos, nos trataron como si fueramos sus
familiares, ellos creen ser descendientes de
China. Mientras que a los occidentales, los
peruanos sólo les presentan indiferencia.
Ese día también fuimos a un vestigio:
importante “Huaca Pucllana”, una pirámide
construida durante la dinastía Wari en honor
a Wiracocha, el Dios navegante (navegantes
de la Dinastía Xia). La estructura de la huaca
se parece mucho al estilo Banzhu (ladrillos de
loess), de China, desde arriba se puede ver
al Océano Pacífico. Mirando los milenarios
tótems y pedazos de cerámica, puedo
imaginar qué nivel de prosperidad vivió la
ciudad de Wari, incluso imaginar cómo es la
ciudad de Caral que yace enterrada por casi
4000 años.
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