El pueblo Kayapó vivía en una llanura grande, muy lejos de su actual ubicación, desde donde se podía ver una sierra de nombre Pukato Ti.
Una noche, una estrella u objeto luminoso cruzó el cielo, cayendo en la sierra, muy cerca de una de las montañas. Estas se cubrieron de niebla y salieron ruidos estruendosos, seguidos de relámpagos. Los cazadores esperaron al amanecer para acercarse
a la montaña. En medio de la espesa niebla apareció una criatura con aspecto humano que les asustó. Sujetaba una especie de vara que agitaba en el aire y cada vez que apuntaba con ella a cualquier objeto, ya fuera una piedra o un árbol, este se desintegraba. Más tarde descubrirían el nombre de aquella arma tan destructiva: kóp. Los nativos intentaron capturar a la criatura, pero fue imposible. Finalmente,
Bep Kororoti, una leyenda, un viajero del tiempo o un ser de otro planeta?
no tardaron mucho en darse cuenta que no quería hacerles daño. Incluso parecía divertirse con la actitud de los nativos.
Estos tuvieron que acostumbrarse a la existencia del extraño que, de vez en cuando, veían rondar por los caminos de la montaña. Al pasar el tiempo se hicieron sus amigos y lo incluyeron en la tribu.
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