Revista Salvadoreña de Psicología: Psique Volumen 1 | Page 7
Conducta delictiva
Tomando en cuenta el estudio de los rasgos de personalidad en específico del
modelo “Big Five” de los individuos con conductas antisociales o delictivas, se
puede describir que existe un ambiente en el que varios agentes estarían
involucrados y pueden ser descritos con rasgos de dimensiones pertenecientes
al modelo, como referencia estos pueden ser descritos en un espectro de
adquisición de rasgos respectivos. Algunas investigaciones (Sánchez-Teruel &
Robles-Bello, 2013), han demostrado que las personas con comportamientos
antisociales tienen altas puntuaciones en el polo negativo de la afabilidad,
responsabilidad y estabilidad emocional, y puntuaciones positivas en
extraversión, relacionado con la búsqueda se sensaciones nuevas y
placenteras.
TEST A OCUPAR:
BIG
FIVE
Los problemas conductuales en la
infancia son bastante común en la
sociedad salvadoreña, sobre todo sí
los niños crecen en ambientes o
contextos poco óptimos para su
desarrollo,
como
las
familias
disfuncionales en donde los niños son
protagonistas o testigos de un abuso
no solo verbal, sino acompañado de
golpes, maltratos o agresiones; que
por lo general son más evidentes en
las familias de escasos recursos de las
zonas rurales del país. Estos contextos
brindan una predisposición más alta a
adoptar un patrón de conducta
antisocial que podría ser desarrollada
o no en la medida en que crezca.
Las conductas delictivas en la
realidad psicosocial de El Salvador,
tienen diversos factores de influencia
para ser analizados, como ya se
manifestó, tanto las influencias del
desarrollo poco óptimo de muchos
niños y adolescentes, y los rasgos
mismos de la personalidad, son solo
algunos de muchos, y sin lugar a
dudas, es un tema que debe ser más
ampliamente abordado por todas las
áreas posibles para buscar las
soluciones más aptas al creciente
problema delincuencial salvadoreño.
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