Revista Salud en Armonía Revista Salud en Armonía Edición 23 | Page 10

Al preguntarle acerca de sus intereses y aspiraciones políticas, lo primero que aclara es que no se considera un político, sino un diplomático. Sus temas son la cultura, la educación y la salud; que la prevención es la mejor inversión, aunque produzca resultados varias generaciones después. De la administración pública, tiene claro que le gustaría ser diputado estatal por Tijuana, Secretario de Salud del Estado y diputado federal por Baja California, para poder gestionar recursos para sus tres prioridades y las organizaciones de la sociedad civil. Como Kumamoto, asegura que donaría el 80 % de su salario a las organizaciones, sin importar la cantidad o el puesto. Acerca de los retos de la Salud en Baja California, asegura que la causa de base es una cuestión tributaria y presupuestal. “Baja California atiende a pacientes que migran de otros estados, pero no recibe su parte del presupuesto. No todos los migrantes tienen documentos ni están domiciliados ni censados. Baja California tiene más población de la oficial y la dilución del presupuesto recibido de la federación para los programas de salud pública se ha venido sintiendo por lo menos desde 2013. La Secretaría de Salud de Baja California no se da abasto y las Organizaciones de la Sociedad Civil dedicadas a la Salud son insuficientes. La mayoría se dedica a promover la Salud, pero no la restaura. Son organizaciones operativas entre comillas. Es más barato imprimir un volante que dar una sesión de hemodiálisis, pero ya no estamos en los tiempos de la repartición de los volantes. En los próximos años, el sector salud va a colapsar porque nunca tomó medidas para frenar la pandemia de obesidad y sus consecuencias, aparte del aumento en la expectativa de vida. El principal reto de la Secretaría de Salud de Baja California es lograr la cobertura universal a través del ISESALUD, pero también reclamar ante la federación un presupuesto real, basado en las tasas de migración y no en los censos del INEGI. 8 | 9 Hay gente muy valiosa en la Secretaría, informada, educada, con ganas de trabajar, pero necesita con qué. Hacen falta centros de salud, hospitales de primer, segundo y hasta tercer nivel, pero no sólo el cascarón, que es un tercio del costo de un hospital, sino también el equipamiento y la nómina, que son los otros tercios. Hay un brote de universidades con licenciaturas de la Salud, pero no hay un brote equitativo de las plazas en las instituciones públicas. Corremos el riesgo de tener médicos trabajando como transportistas, como en Cuba. Lo primero que tenemos que hacer es coordinar a la Secretaría de Salud con la Secretaría de Educación Pública para controlar la cantidad de profesionistas de la Salud y, por supuesto, la calidad de los mismos. Como sociedad, no queremos que las universidades se conviertan en maquiladoras de profesionistas de la Salud, sino en entes verdaderamente formativos, en apego a las necesidades y las realidades de nuestra región.” Cuestionado acerca de sus planes inmediatos, sonríe y contesta que seguirá trabajando para la Secretaría de Salud por las mañanas y para la Fundación por las tardes, que está en la búsqueda de un doctorado interesante en la UABC y que tiene que seguir trabajando en su ponencia para TEDx porque tiene entendido que fue el primer invitado y es una gran responsabilidad representar a Tijuana en dicha plataforma. “Hasta nuevo aviso, tengo un promedio de 800 hijos recién nacidos y 800 esposas en parto o cesárea al mes en los hospitales generales de la jurisdicción. A todo mundo le doy mi celular. Recibo llamadas de pacientes y de compañeros hasta en las madrugadas. Hay mucho por hacer, dentro y fuera de la Secretaría, pero paso a paso. Todos merecemos una atención de calidad, humana, venga de la administración pública o de la sociedad civil. La Salud no debe politizarse ni negociarse ni escatimarse. www.revistasaludenarmonia.com