Bueno, pues si la respuesta es afirmativa, entonces
ponte a pensar cómo has llevado hasta el día de hoy
el cuidado de tu cuerpo: identifica la manera que
lo alimentaste, el uso de drogas, abuso de alcohol o
tabaquismo; lo has llevado a excesos o limitaciones de
ejercicio, sobrecargas emocionales o las que vienes
cargando del pasado. Una vez que entran, las sustancias pasan directamente al
torrente sanguíneo muchas veces metabolizado o no, por
órganos como el hígado, páncreas, intestinos, cerebro…
El cual aunado con nuestras propias reacciones
corporales que realizamos de desechos y venenos
todos los días, automáticamente empezamos a intoxicar
nuestro cuerpo, y esto sucede todos los días.
Bien, ahora agrégale las causas externas o ambientales,
en las que te has desarrollado, los químicos que
respiras, contaminantes, auditivos, la calidad de
agua ingerida o simplemente con la que te bañas; los
cosméticos que utilizas, las cremas o humectantes. Por lo tanto, no solamente con buena alimentación, un
buen ejercicio, chequeos con el médico, medicamentos
controlados para tu enfermedad… No basta todo esto,
pues es muy importante las desintoxicaciones, para
poder “descargar” a nuestro cuerpo en la mayor y mejor
medida posible de las cargas metabólicas o desechos
que se acumulan por el cuerpo y nosotros mismos.
Todas estas causas
externas, aquellas que sí
podemos controlar, entran
a nuestro cuerpo
por vías como la
respiratoria,
digestiva, cutánea
y transdérmica.
Entonces, ¿cómo escoger el mejor plan de
desintoxicación? Va a depender de lo que tú estás
buscando.
Por: Dra. Ivette Carolina Ayón Cortez
[email protected]
Medica Especializada OCA