Revista Rocamadour Revista completa | Page 40

40 específicamente siendo un maniquí un objeto que debe lucirse ante el resto con finas ropas para mostrar su belleza, reforzando así la idea del consumo como fuente que provee la felicidad. Ema antes de convertirse en maniquí expresa su interés en ser inventora, pero en la película no nos muestran esa faceta en ningún momento, ella siempre es el apoyo y la motivación para que el hombre mejore, pero sus propios intereses no se hacen visibles para el espectador. De cierta manera, ella huyó del tiempo en que vivía porque no era libre de hacer lo que quisiera y tenía que casarse con la persona que indicaban sus padres, pero una vez que finalmente logra ser humana lo único que nos muestran es que los protagonistas se casan en una vidriera del shopping. Ese es el típico final que nos mostraron por décadas completando el circulo del romance tradicional. Para tener un punto de comparación nos vamos a ir al 2009, año en el que se estrena Air Doll, una película japonesa del director Hirokazu Koreeda, con casi la misma premisa que la anterior pero esta vez se trata de una muñeca inflable. En este contexto volvemos a tener a una mujer presentada como un objeto y ahora directamente como un objeto sexual con la clara diferencia que acá podemos ver la visión de Nozomi (Donna Bae), la muñeca Maniquís y muñecas inflables “A partir de esta historia podemos reconstruir una sociedad de la época y un tipo de cine que exageraba y convertía en estereotipos a todos sus personajes”