Así como sucede frecuentemente con famosos personajes de diversos medios
de comunicación, las consecuencias negativas de generar una opinión
controversial también se manifiestan con frecuencia en la vida cotidiana, ya que
las redes sociales se han convertido en un lugar imprescindible en el día a día, lo
cual facilita el repudio.
Por esto, se comprueba que la sociedad no es tolerante a las diferencias de
opinión, pues se enfoca en buscar respeto únicamente en unos cuantos
aspectos, censurando a quienes piensen diferente y también a las instancias que
puedan causar estas diferencias, tales como el debate. Más preocupante es que
no solo se produce la censura, también se genera el rechazo, lo cual limita en
mayor cantidad la libertad de expresión, gracias al miedo que esta acción pueda
provocar. Se afirma que la sociedad vive inmersa en una hipocresía, ya que
busca un objetivo (el respeto hacia la diversidad), pero en solo una de sus
aristas, pues omite que las opiniones también son parte de la diversidad, y para
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ello se necesita respeto, más la comunidad no se interesa en admitirlo.
Antonia Zamorano