Otro impacto en la intelectualidad se produce cuando se crea un miedo de opinar, ya Guiarse por el estereotipo del “ciclo de la vida” (nacer, estudiar, casarse, tener hijos,
que la intolerancia que se crea cuando no se aceptan puntos de vista contrarios a los ser feliz, morir) también es una forma de censura. Las opciones de la vida son
de la mentalidad hegemónica, provoca una crítica que es más destructiva que ilimitadas, y una de las decisiones más importantes es decidir qué hacer con ella. En el
constructiva para las personas con opiniones contrarias a las de la mayoría. Por lo ámbito científico la aptitud debiera ser un requerimiento primordial, ya que, carreras
tanto, estos se ven tentados a no expresarse por el miedo tras la idea “destruyó o me de la salud implican trabajo en equipo, atención de pacientes, convivencia con
destruyen”, como lo ilustra Juan Meseguer en la siguiente cita: “Presumimos de haber familiares de los enfermos, etc. Y es por lo que la ausencia de vocación en estos casos
alcanzado la independencia de criterio, de haber dejado atrás las viejas tutelas, pero afecta no solo a pacientes, sino al mismo profesional. Esto se debe a la falta de
nos aterra hablar en público contra opiniones de moda.” (Meseguer, 2016, pág.20), o pensamiento crítico en estas personas, falta de análisis, crítica y síntesis como dice
cuando señala que “una cultura en la que todo el mundo debe pensar dos veces antes Rafael Tomás Caldera en su texto, que fueron censuradas en cuanto a elegir lo que
de abrir la boca” (Meseguer, 2016, pág.23), denota claramente cómo aterra el hecho hacer por el resto de su vida.
de no ser aceptados, y más aún, a ser juzgados y bombardeados por no opinar igual
que el resto, por lo que se opta por seguir la corriente y censurar la verdadera manera
de pensar, para: “…llegar a ser de los nuestros. En una palabra, volvernos normales.”
(Meseguer, 2016, pág.19), se estigmatiza el volverse “común” o “normal” cuando tu
opinión no discrepa de la de todo el resto, evadiendo el libre debate que resulta ser
(paradójicamente) en nombre de la aceptación universal” (Meseguer, 2016, pág.22).
Algunas personas piensan que la profesión es lo mismo que la vocación, confundiendo
las habilidades que poseen con lo que quieren ser. Es comúnmente pensado que por
escoger una carrera basándose únicamente en las habilidades de una persona se está
siguiendo la vocación. Escoger una carrera solo por el ámbito monetario, puede
beneficiar económicamente, llevar a sentir tranquilidad y a pensar que es lo que
realmente les “llena” el alma.
Se puede ver esta censura de opinión no solo frente a mentalidades dominantes
(opiniones de moda) o por miedo a una gran mayoría, también se ve implícita en otros
ámbitos, por ejemplo, el laboral.
Muchas veces se vive un mal trato por parte de profesionales, docentes que se
superponen, profesionales de la salud que hacen su trabajo con mala disposición,
gente que no gusta de su trabajo y que ha perdido la vocación.
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