Revista Replay Nº24 · septiembre 2020 | Page 10

▶ CTRL+P HISTORIA APÓCRIFA DE LAS LABELS PIRATAS “Lo esencial es invisible a los ojos”, pensó alguien mientras miraba una label de Family. ▶ Por Sergio Andrés Rondán _INTRIGANTE. ¿Quién habrá dibujado ese Somari? _LARGO ALIENTO. El catálogo original de Whirlwind. Cualquiera de ustedes aprendió en su niñez que las primeras apariencias suelen ser engañosas. Lo saben porque transitaron ferias, sucuchos oscuros y locales que hoy son carnicerías o supermercados, pero que antes fueron tiendas de jueguitos. Allí bucearon entre cartuchos de Family de segunda mano y vieron cosas imposibles: Sonic 5, Magic Carpet o Mortal Kombat 3 Special 56 peoples. Aquellos títulos impactantes estaban acompañados de las más bizarras y absurdas etiquetas que servían para atrapar a ingenu@s niñat@s, atraíd@s por las lisérgicas imágenes de los cartuchos. A fuerza de desengaños, aprendimos que todas esas labels eran un absurdo engañapichanga, orquestado por una decena de oscuras compañías repartidas entre Taiwán y China continental, dedicadas a la fabricación de cartuchos piratas y clones del Famicom distribuidos en Asia y Sudamérica. Porque si algo no pudo hacer Nintendo, el más celoso guardián del copyright, la moral y las buenas costumbres, fue frenar la oleada infinita de versiones piratas de la Famicom y sus respectivos juegos. 10 ▪ revistareplay.com.ar