Revista Replay Nº15 · Marzo 2019 | Page 10

▶ PLAYER ONE ALEX KIDD Apelando a sus grandes puños, Alex Kidd tuvo que pelear con enemigos externos e internos para lograr, luego de mucho tiempo, un lugar más destacado en la industria. ▶ Por Christian Gulisano V ivir a la sombra de Mario y de Sonic no es tarea fácil para ningún personaje que deba llevar consigo la etiqueta de “mascota” de una compa- ñía. Alex Kidd in Miracle World fue la respuesta de Sega a Nintendo y Super Mario Bros., y nos presentó a Alex Kidd, un chico petiso y orejudo que se la da de karateca. Con este juego, Sega espe- raba afianzar su Master System y, emulando a su archirrival, crear una saga con un personaje icónico. Pero Mario ya tenía tres años cuando nació Alex y seguía creciendo con muy buena salud, gracias a una NES difícilmente podía igualar. Y además se da el lujo de tener su propio juego de bicicletas (cinco años antes de que Mario se lanzara a las carreras con Super Mario Kart) y de hackear & slashear en una parodia del mismísimo Shinobi. Con una perso- nalidad entrañable y un gran sentido de justicia, el pequeño orejas supo ganar el corazón de los fieles jugadores de la Master System, en aventuras con reyes, guerreros e intrin- cados lazos familiares. Sin embargo, al mismo tiempo que sacaba juegos de Alex Kidd, Sega ya es- taba con la cabeza en otra consola y una mascota Alex se ganó a los jugadores en aventuras con reyes, guerreros y lazos familiares. consola que dominaba el mercado mundial. Sega, Master System y Alex Kidd tuvieron que conformarse con un lugar relegado en Japón, algo de atención en Europa y poco más. Así y todo, se lanzaron seis juegos de la saga, lo que demuestra la buena recepción que los fans de la consola le dieron al personaje. Alex recorre mun- dos, pelea con enemigos y resuelve puzzles en hermosos escenarios llenos de colores que la 10 ▪ revistareplay.com.ar rebelde e irreverente con la que finalmente robarle protagonismo a Mario. Con la llegada de Sonic, la figura de Alex termi- nó por verse totalmente eclipsada. Sin embargo, los años pasaron y el boom por los juegos clásicos lo rescató del ostracismo y le dio un reconocimiento que, por méritos propios, merece. No más sombras, Alex Kidd