Revista Replay Nº14 · Enero 2019 | Page 5

▶ START AVENTURAS DE UNA QUÍMICA DENTRO DE UNA C64 Una aventura gráfica en la vena de los clásicos de LucasArts que le inyecta vida al género en el sistema que vio nacer el Maniac Mansion . ▶ Por Alakran E l género de las aventuras ya tenía un largo desarrollo cuando, en 1987, Lucasfilm lanzó Maniac Man- sion, una aventura que nació para Commodore 64 y que combinaba lo mejor de los juegos de Sierra On-Line y MacVen- ture. De unos tomó la idea de un personaje que se mueve e interactúa en un entorno pseudotridimensional. De los otros, el menú en pantalla con verbos predefinidos. No había más necesidad de tipear ni de acertar las palabras correctas; simplemen- te apuntar y hacer click. Pero poco después, los sistemas de 8 bits dejaron de tener tanta preponderancia y los usuarios empezaron a preguntarse por qué los juegos nuevos no tenían una ver- sión para sus ordenadores. Lucasfilm aban- donó las plataformas de 8 bits y sus juegos no salieron más para microordenadores. Al lanzar The Secret of Monkey Island, muchos se preguntaron: ¿se podría haber hecho el juego para la Commodore 64? La respuesta es sí, y para probarlo, tenemos hoy Caren & the Tangled Tentacles. La motivación para la realización provino de una competencia de aventuras llevada a cabo durante 2015 por un foro alemán de Commodore 64. Caren se alzó con el primer puesto, a pesar de que la versión inicial es- taba plagada de bugs y era bastante prelimi- nar. Luego hicieron 4 versiones más, una de ellas fue una edición limitada en cartucho, la única que se comercializó. En noviembre de 2018 sacaron de manera gratuita la que promete ser la definitiva y anticiparon que están trabajando en la segunda parte de la historia. El equipo de realizadores es co- nocido dentro de la escena de C64: Martin Wendt (Enthusi) en programación, Kamil Wolnikowski (Jammer) en la música y Oliver Lindau (Veto), responsable del apartado gráfico. Juntos conformaron el grupo Pri- orArt y recientemente ganaron una nueva competición, esta vez de juegos deportivos, organizada por el mismo foro. El juego reconoce como principal inspiración a LucasArts y lo demues- tra mediante numerosas referencias. El sistema de controles es muy sencillo, ya que manejamos todo con nuestro joystick a través de un menú simplificado, sin verbos de acciones, muy similar al de juegos como Sam & Max y The Curse of Monkey Island. En el juego tomamos el rol de Caren, una joven solitaria que descubre un cuerpo sin vida en el instituto donde trabaja como química. A partir de allí tendremos que desentrañar el misterio de esa muerte: quien es el cadáver y cuáles son las cir- cunstancias que rodearon su deceso. En este sentido, un aspecto negativo del título es su escasa complejidad, pues una vez que tenemos en nuestro inventario los elemen- tos necesarios para resolver un acertijo, el personaje muchas veces lo resuelve solo. Por otro lado, el aspecto técnico, visual y sonoro es increíble, con creces superior a Maniac Mansion y casi al nivel del primer Monkey Island. No es una exageración decir que está al nivel de las aventuras que salieron allá por 1993 para sistemas de 16 bits. Y podemos entonces obsesionarnos con otra pregunta: de haber existido juegos como Caren & the Tangled Tentacles en aquel momento, ¿cuántos años más se hubiera extendido la era de los equipos de 8 bits? revistareplay.com.ar ▪ 5