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CARLOS CHIODINI, ADEMÁS DE CONTARTE SOBRE
LA HISTORIA, PUEDE MOSTRÁRTELA EN ESE GRAN
PROYECTO LLAMADO MUSEO DE INFORMÁTICA
DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.
.TXT JUAN IGNACIO PAPALEO .JPG HERNÁN PAZ
READY.
YA HABLAMOS EN LA REVISTA
sobre el lujo de museo que Carlos y su mujer,
Alicia, tienen para delicia de todos en pleno Micro-
centro porteño. Pero esta vez queríamos conocer
un poquito más de cerca su historia como acumu-
lador –así se define él mismo–, así que lo visita-
mos un sábado mientras trabajaba en su depósito
y le hicimos estas preguntas.
# ¿Cómo fue tu primer contacto con el
mundo de las computadoras?
A principios de los 80, trabajando en sistemas
en Renault Argentina y en casa con una Sinclair
ZX80. Como muchos, pasé por MSX, Commodore
64 y 128, Amiga 500 y 600, hasta la llegada de la
PC 386 (aunque también pasé por una 286 que
todavía conservo). Me gustaba desarmar y ver qué
cosas podía agregar, no siempre con suerte, ya que
normalmente quemaba algo.
# ¿Y con los videojuegos?
En la década del 70, con el Pong, y para los 80 me
escapaba del trabajo (ya tenía más de 25 años) a los
fichines que había cerca de la oficina. Mis pasiones
fueron y siguen siendo el Quake (la primera versión),
el Tetris en los arcades y el Blockout en versión PC y
en arcade. Recuerdo una máquina de Blockout en un
local de Cabildo y José Hernández, en Belgrano, que
era mi entretenimiento algunas noches. La busqué
para comprarla, pero nunca la conseguí. Me gustaría
conseguir esa y una de un submarino que tenía un
periscopio. También una de aviones que te giraba
toda la butaca.
# ¿Cuál fue el hito clave que hizo que
vieras realizable la idea del museo?
Que no había en Argentina ni en Sudamérica ningún
museo dedicado exclusivamente a la informática, y
el incondicional apoyo de mi esposa, Alicia Murchio;
sin ella, nada de esto existiría. ¡Además del placer
de poner en funcionamiento un equipo que tal vez
estuvo desenchufado 30 o 40 años!
# Gracias al museo, ¿qué pieza histórica
no podías creer tener en tus manos?
La Apple Lisa es una de ellas. Un equipo IBM 360,
otro IBM 370, la primera portable: una Osborne.
Dentro del patrimonio del museo hay tantas cosas
tan importantes y, como digo siempre..., la mejor está
por venir.
# ¿Tuviste que desprenderte de algo
que te dolió en algún momento?
De la vida..., muchas cosas. De la informática, con-
servo todo hasta el momento, pero si no recibimos
apoyo de empresas o del Gobierno, el sueño se
acabará en 2019. Es muy difícil mantener los depó-
sitos y la sala de exposiciones. Eso sí me va a doler,
ya que tiraríamos por la borda 25 años de trabajo y
de patrimonio histórico.
# ¿Hay alguna gema que no te haya
llegado todavía?
Tantas... Twentieth Anniversary Macintosh, Next,
por solo nombrarte Apple. R
*“DENTRO DEL
PATRIMONIO
DEL MUSEO
HAY TANTAS
COSAS TAN
IMPORTANTES
Y, COMO DIGO
SIEMPRE...,
LA MEJOR ESTÁ
POR VENIR”.
“LA CONSTRUCCIÓN DE
LA RÉPLICA DE LA FERRANTI
MERCURY II ‘CLEMENTINA’
NOS LLEVÓ 5 AÑOS DE
TRABAJO”.
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n11
P.13