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EL MUNDO DE LAS CONSOLAS portátiles ha sido históricamente dominado por Nintendo . Si bien en su momento Sega intentó hacerle frente con la Game Gear y la Nomad , y en los últimos años Sony se sumó a la pelea con la PSP y la PS Vita , la balanza siempre se inclinó para el lado de la Game Boy y sus respectivas sucesoras . Sin embargo , entre mediados de los 80 y fines de los 90 , los jugadores también recibieron otras alternativas de parte de empresas que , aun sin la chapa de las grandes multinacionales , también se las arreglaron para atraer a muchos usuarios con sus sistemas de mano .
Ese fue el caso de Epoch , una compañía japonesa nacida en 1958 en Tokio . A lo largo de su existencia sus productos se han ido moviendo entre dos ejes principales : los juguetes y los videojuegos . En 1981 lanzó la Cassette Vision , una consola de cartuchos y que a nivel hardware era similar a una Atari 2600 . Esta no fue una consola más : hasta la llegada de la Famicom en 1983 , la Cassette Vision fue una de las más vendidas en Japón , con cerca de medio millón de unidades en el mercado . Pero el éxito de Epoch no se iba a quedar ni en los 80 ni en las consolas de sobremesa . En 1991 se la jugarían por una portátil que , más que imitar el suceso de la Cassette Vision , directamente lo superó , y con creces .
Vos sí que tenés códigos La Barcode Battler fue una portátil peculiar que bien podría definirse como un híbrido entre consola y game & watch . Su característica principal era que sus juegos no venían en cartuchos ni estaban incorporados a la consola , sino que eran tarjetas con códigos de barras . El jugador pasaba el código por el lector de la consola y así empezaban unos combates numéricos por turnos contra la máquina , al estilo de los juegos de rol . Básicamente , aparecían números en la pantalla ( cual calculadora ) que indicaban quién era el guerrero , el mago y el enemigo y cuáles eran las armas , los hechizos y los diferentes power ups . De esta manera , el jugador avanzaba batalla tras batalla e iba viendo los puntos de vida , los golpes y las estadísticas tanto suyos como de sus enemigos .
Más allá de las tarjetas que se podían adquirir por separado , la Barcode Battler invitaba a sus usuarios a buscar batallas usando cualquier código de barras que tuvieran a mano . ¿ Hora de tomar la leche con la Barcode Battler ? ¡ Pasá el código de barras de las vainillas y a pelear ! Este innovador sistema funcionaba bien en aproximadamente el 50 % de los casos , así que las posibilidades de encontrar un código de barras que funcionase con la consola eran relativamente altas . Esto hacía , entonces , que ningún combate fuera igual que el anterior , y motivaba al usuario a buscarlos en cualquier lado .
Big in Japan El primer modelo de la Barcode Battler fue lanzado en 1991 y solo se distribuyó dentro de Japón . La consola funcionó muy bien , vendiendo más de 1.200.000 unidades en menos de un año y medio . Ante este enorme suceso , en 1992 Epoch lanzó una segunda versión levemente modificada que continuó con el éxito de su predecesora . Nintendo , ni lerda ni perezosa , le echó el ojo a su enorme popularidad y creó tarjetas especiales basadas en Super Mario World y The Legend of Zelda . Pero no solo eso , sino que también licenció la interfaz del sistema y de esta manera hizo posible que la Barcode Battler pudiera adaptarse a la Famicom y la Super Famicom . Esto dio origen a unos 20 títulos que
* LA BARCODE BATTLER FUE UNA PORTÁTIL PECULIAR QUE BIEN PODRÍA DEFINIRSE COMO UN HÍBRIDO ENTRE CONSOLA Y GAME & WATCH .
se jugaban exclusivamente usando la Barcode Battler con las consolas de la gran N . Entre los más destacados se pueden nombrar juegos de Dragon Ball , Digimon , Lupin , Doraemon y Dragon Slayer .
En Europa sí se consigue , peeero ... Este segundo modelo , a diferencia del primero , también fue lanzado en el resto del mundo . Inicialmente , su llegada a Occidente fue auspiciosa . En Francia obtuvo premios al mejor sistema del año , mientras que en España populares publicaciones como la revista Súper juegos le dedicaron numerosas páginas con artículos y publicidades . En sus primeros días de lanzamiento , la Barcode Battler vendió muy bien , pero al poco tiempo los jugones se desencantaron y terminaron olvidándola en el fondo del armario . Y esto no solo pasó en Europa , sino también en Estados Unidos . ¿ Por qué una portátil que fue un éxito en Japón funcionó tan mal en otras
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La empresa Namcot también diseñó un adaptador que permitía usar las tarjetas de la Barcode Battler en el Game Boy . Aunque este accesorio nunca salió de Japón , el año pasado finalmente pudo emularse , lo que hizo accesibles sus juegos al resto del mundo .
tierras ? ¿ Cuáles fueron las razones de este fracaso ? Esencialmente , se pueden destacar dos . En primer lugar , esas batallas con números que tanto engancharon a los nipones terminaron por aburrir a los jugadores occidentales , quienes , influenciados por la publicidad , seguramente esperaban algo más emocionante y no una mera sucesión de dígitos . Y en segundo lugar , fuera de Japón no era fácil encontrar códigos que funcionasen y , entre los que sí lo hacían , los valores de combates eran casi siempre los mismos , por lo que la tan promocionada variedad de batallas era prácticamente nula .
Atracción peculiar Con el correr de los años , la Barcode Battler fue creando un interés especial entre los coleccionistas de consolas portátiles . De hecho , puede decirse que tiene todos los ingredientes como para querer tenerla en la colección : el llamativo sistema de juego , su éxito en Japón y su fracaso en Occidente y la mera curiosidad de probarla con un código de barras de ahora a ver qué onda . La suerte que no tuvo en los 90 de este lado del mundo parece haber cambiado con la llegada del nuevo milenio , y hoy en día es una consola buscada por muchos jugadores que quieren agrandar su colección . Y todo por ser simplemente lo que es : una portátil con códigos . R
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