Revista Redes de Metal. (Número 1).pdf May. 2014 | Page 18
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omparten un idilio inseparable, una armonía implacable
fruto de un crecimiento que ignora límites, que quema etapas a la misma velocidad que ambos se mueven sobre el parqué. La celeridad de uno con el toque letal del otro combinan
para una mezcla tan explosiva como concluyente. El talento
por bandera une a John Wall y Bradley Beal en su cometido,
separar la utopía del ensueño para hacer de la reciente hazaña una realidad constante.
Los tiempos han cambiado en la capital. Atrás quedan las temporadas de egoísmo, anarquía y desgobierno para ser testigos
de la conformación de un bloque compacto, cohesionado,
donde la impecable asimilación de roles reflejaba el sentido
colectivo de un grupo cuyos componentes por fin remaba en
una misma dirección. Pero los atisbos de mejoría colectiva
tenían que ser justificadas con hechos incontestables, y es ahí
donde tras una campaña donde se consiguieron abandonar los
altibajos se enfrentaban a los Playoffs como prueba definitiva
para la consumación de la metamorfosis.
jos, con la oportunidad única de consagrarse en la élite por la
vía más rápida. Esto requería una jerarquía, y ahí Wall no admitía reclamación alguna. El contrato de estrella que había
firmado antes de emprender la aventura le precipitaba en su
nacimiento como líder de una franquicia aspirante a nuevos
derroteros, y aunque había dado indicios ya de ello, no había
excusas que valieran en esta ambiciosa empresa.
La respuesta al desafío no pudo ser mejor, ya que potenciando
sus virtudes a su máximo exponente, hacía olvidar sus carencias para el disfrute de todos aquellos que tenían que centrar
su mirada detenidamente en el televisor para no perderse un
ápice de los vertiginosos ataques relámpago de un Wall que
no tenía tiempo que perder en su carrera al estrellato. La consigna del rival siempre era la misma, evitar el juego a campo
abierto, tarea tan clara como complicada, porque una vez que
el de Raleigh tomaba las riendas, el efecto dominó que propiciaban sus incursiones a canasta tenían consecuencias fatales
para todos aquellos que intentaban campear el huracán.
Ahí entraron nuestros protagonistas, descarados, sin comple18
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