Revista Redes de Metal. (Número 1).pdf May. 2014 | Page 11

C alifornia: el estado de las costas de película y las calles de videoclip. Donde el cine se exporta a todo el planeta y un simple letrero es conocido en todo el globo. El ejemplo perfecto del sueño americano también lo es para los jugadores de baloncesto. Entre 1989 y 1990, Palmdale y Compton vieron nacer a dos chicos que 20 años después aterrizarían en la NBA. DeMar DeRozan y Paul George pasaron su primer año sin pena ni gloria. Muy lejos estarían en su temporada rookie (tras salir de South California y Fresno State respectivamente) de alcanzar el nivel que hoy mantienen. El de Compton, líder de unos Raptors que a todos están dejando boquiabiertos. Por su parte, el de Palmdale es el referente ofensivo de un conjunto en horas bajas pero que sigue siendo un contendiente para el título. Primeros pasos En sus primeros años en la mejor liga del mundo, ambos podían ser el alter ego del otro. George era una parte secundaria de un proyecto a medio-largo plazo y DeRozan era la sombra de los Bosh, Bargnani o Calderón. En cuanto a juego, no sólo compartían posición, sino también porcentajes (rozando el 50% en tiros de campo pero sin llegar a los 7 intentos por partido) y, por supuesto, atletismo. Escoltas que a la postre participarían, cada uno, en dos concursos de mates. Pues, a pesar de no ser protagonistas en sus planteles, sus saltos eran desta- cables para todos los aficionados de la liga. Incluso a la hora de subir el escalón y dejar atrás la NCAA ambos tuvieron una etapa muy semejante. En los mocks los situaban en el top 15 y, mientras que DeRozan fue elegido en 2009 en la novena posición, George lo fue en el 2010 en la décima. Tomar responsabilidad A Paul George le llegó su momento en su tercer año en la liga. Con un Danny Granger mermado por las lesiones, los Pacers se encomendaban a él para luchar contra la tiranía de los Heat. El escolta, entonces movido a alero, supo tomar el mando…¡y de qué manera! A final de la temporada regular cayó sobre sus manos de manera muy merecida el premio al jugador más mejorado del año. Entonces, llegaba el momento de continuar con la hazaña pero un un período más arduo que el ya pasado. En los Playoffs, los de Indiana tendrían que hacer caer a LeBron James y a sus Heat. No lo consiguieron, pero cayeron de una manera muy digna en las finales de conferencia (4-3) y George y Bron ofrecieron un duelo imperdible en el que el MVP se rindió ante el crecimiento del Pacer. Por aquel entonces, DeRozan tenía que conformarse con ver la posttemporada desde el sillón de su casa en el sudeste de California. No obstante, tras el verano comenzaría su momento. En diciembre, Rudy Gay cambiaría Canadá por Sacramento y los Raptors se lo agradecieron enormemente. 11 11