Revista Raza Polo Argentino RevistaAACCPNº32 | Page 13

Donough Lo recordaremos siempre con admiración y respeto aunque su reconocida y positiva bondad se anteponga a su indiscutible capacidad como veterinario, criador, empresario y deportista. Coincidimos en el día en que yo me recibía de veterinario (04/03/1964) Jorge ingresaba a la UBA; con los años nos reencontramos por la misma pasión: los caballos. En la reproducción, clínica, nutrición, entrenamiento y preparación de caballos de polo y ante- riormente de SPC, ponía trabajo, conocimiento y sobretodo imaginación con métodos científi- cos, técnicos, prácticos y algunos bastante “picapiedras”. Así como aplicación de antisépticos uterinos con garrafas de gas, bajada de techo vaginal, trepanación de senos nasales con taladro de herrería, amputación de miembros, estudio de vendaje de patas y manos y ser uno de los pioneros en el transplante embrionario, sexado y clonación. Después de muchos años de Polo jugamos un partido que fue como una despedida del Polo competitivo. Teníamos mas de 60 años en 2004 y coincidimos ese día con Jorge, Toti Bordeu, Frankie y Gastón Dorignac, Cacho Merlos, Gonzalo Tanoira y Billy del Sel (promotor del encuen- tro). Se jugó con entusiasmo juvenil, sobretodo Jorge, sin descuidar que era entre amigos. Como empresario, además de jugador, fue fundamental en la organización y desarrollo del Polo de Brunei, siguiendo los pasos del inolvidable “Gordo” Moore que tan beneficioso ha sido para todo el mundo y aún más para Argentina. Fue miembro incondicional del Consejo Directivo de la AACCP, colaborando en forma ininterrumpida los últimos 24 años. La formación y trascendencia de La Irenita como centro de Genética de avanzada, lo harán per- durar en el Polo Mundial. Si bien todo lo ha hecho exitoso lo más importante es haber cumplido con un “proyecto de vida” formando una familia con Mercedes que no sólo dio hijos campeones (Matías y Pablito) sino que siguen sus nietos constituyendo una verdadera dinastía. Permítanme despedirlo con parte de una bendición irlandesa de acuerdo a sus antepasados y principalmente a su temperamento: “Jorge, hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga en la palma de su mano”. Alberto P. Heguy