Revista Raza Polo Argentino Polo Argentino #21 | Page 54

Por Javier Tanoira Caballos para recordar LA GUINDA DESDE LA AACCP EMPEZAMOS A RECORDAR EN NÚMEROS ANTERIORES DE LA REVISTA POLO ARGENTINO A AQUELLOS EJEMPLARES QUE MARCARON ÉPOCAS Y SE DESTACARON. EN ESTE CASO BUSCAMOS INFORMACIÓN DE LA GUINDA Y POR ESO LE PEDIMOS A JAVIER TANOIRA QUE LE DEDIQUE UNAS LÍNEAS. Guinda jugando en Palermo David Stirling + Gete Franela 54 La Guinda fue una yegua que le llegó para domar a GT por un arre- es muy bueno. Tanto en machos como en hembras. En machos glo que él tenía con la familia Dowling, en donde ellos le daban los dejó, con Pucará, dos padrillos consagrados: Guindado y Durazno y potros de dos años, GT los domaba, los hacía y luego iban a me- con Fantasioso a Gete Galgo, con una descendencia numerosa ju- dias. No eran épocas de mucha información de pedigrees, es por gando el alto hándicap en Argentina y en el mundo. Y en hembras eso que nunca se supo de quien era hija, pero ya de nueva empezó dejó la Frambuesa con Gremio y la Ciruela con Pucará, que además a mostrar sus condiciones de yegua crack. de jugar alto handicap, son  dos madres que ya tienen varias hijas Antes que por su nombre, en el ambiente se la conoció por “la co- jugando Palermo, como Gete Franela. lorada de freno de Tanoira” porque jugaba con un frenito chiquitito, y en esa época ver un caballo de freno en Palermo era una rare- Murió en El Boyero, a los 30 años, siendo madrina de sus nietas. za. (Hoy se ven muchos caballos de freno, pero ninguno juega más Está enterrada bajo un aguaribay, que era uno de los árboles favo- de tres minutos.) A los 4 años jugó su primer abierto y de ahí en ritos de GT. más jugó 11 Abiertos consecutivos. En todos esos años nunca tuvo Es un orgullo para nosotros que la AACCP haya elegido, de toda ninguna lesión, y gracias a Dios pudo transmitir esa sanidad a su nuestra cría, a la Guinda, porque fue una yegua que tenía todo, tem- descendencia. peramento, boca, potencia, tipo, y una excelente madre, es decir, La única pena es que no llegó a vivir a pleno la época del transplan- llenaba todos los casilleros, cosa que ocurre muy pocas veces en te embrionario, con lo cual no tuvo muchas hijas, pero lo que dejó esta actividad.