S
ostener el sol en las manos sin quemarnos
y convertirlo en una antorcha que guíe a
o t r o s en la oscuridad, es un acto dolo-
roso y una bendición que necesitamos. Cierto
día, los dogmas que nos encadenan serán de-
rribados por una conciencia tan luminosa que se
fundirá con el sol, y llegará hasta los confines
ideales de la dignidad y la libertad humana.
ODISEAS ELYTIS
Premio Nobel de Literatura 1979
Fragmento del discurso pronunciado
al recibir este galardón
E
l surgimiento de un nuevo medio de comunicación como el que usted
tiene en sus manos, abriga la esperanza de que algo bueno va a su-
ceder. Sobre todo, en una sociedad ávida de encontrar reflejados sus
ideales y aspiraciones. Quincena nace bajo la premisa que sustenta todo
proyecto de bien encaminado a servir. Una revista que honre a la verdad
que sea incluyente y que refleje la realidad de una sociedad, sin distincio-
nes, será una revista respetada y a ello aspiramos y nos comprometemos
quienes formamos el Consejo Editorial.
Estamos naciendo, sí, pero lo hacemos con grandes planes. Partimos con
la única idea de crecer e ir evolucionando día a día. Hoy, cuando la des-
composición social es el signo de nuestro tiempo, nada más reconfortante
que el nacimiento de un medio de expresión plural y democrático.
A ello aspiramos y a ello nos comprometemos, pues nada es mejor que re-
coger la voz de los desoídos. Sabemos de la responsabilidad del periodista
frente a la sociedad y si algo debe caracterizar el trabajo que hoy empren-
demos, es la verticalidad, es decir, la subordinación a la verdad.
Sabremos honrar lapalabra impresa.
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