Hay que decir que la lectura, escritura y las prácticas literarias en general denotan y demarcan los temas coyunturales y de gran envergadura para una comunidad o sociedad en general. Para nosotros, hace unos días la figura central y eje fundamental era Cristo y en torno a él surgían la gran cantidad de textos que se iban dando a conocer. La lectura y la literatura lo plasmaban como un reconocido personaje al qué seguir y por ende en nuestra cultura se veía eso reflejado.
Sin Embargo, estamos empezando a conocer y a evidenciar un cambio trascendental de nuestra divina admiración a Cristo, y esto último se debe gracias a que los textos y libros están basando su literatura y contenidos en exaltar al hombre como la nueva figura que se debe admirar y conocer. No se trata de menospreciar la imagen de Cristo ni mucho menos, sólo se propende para por continuar más allá y examinar al hombre y sus campos de acción.
Por eso, cuando los literatos afirman que el poder literario puede cambiar el curso de la historia debemos creer que lo están diciendo por conciencia propia y porque tienen la mayor seguridad del mundo.
de cristo al hombre:
un cambio en lo fundamental