revista psicologica | Page 11

ciberadicción y trastorno de adicción al internet

es una patología muy comúnmente de nuestra actualidad y en nuestros días por lo general se da en jóvenes de los 13 a 18 años con más frecuencia y es una causa de estudio importante.

Uno de los trastornos más comunes que aparecieron en la vida actual, es la adicción al internet, que puede parecer al principio, una situación meramente inofensiva que pareciera ser absurda o que no merece atención.En Boston Clinical Consulting, recibimos por lo regular, pacientes que presentan diversos síntomas de esta adicción y muchas veces, no son conscientes. Llegan al consultorio por síntomas buscando un diagnóstico diferente, cuando el problema es, el uso y la atención desmedida al internet en sus múltiples facetas.¿Te has puesto a analizar cuántas horas pasas en el celular viendo redes sociales, videos o demás contenido de red? Esto, sin contar los requerimientos obligados de trabajo o estudio. Podrás sorprenderte que cuánto tiempo pasas ahí. ¿Alguna vez has descuidado tu ciclo de sueño por ver películas vía streaming o viendo contenido de social media? Este es uno de los indicadores más comunes de la adicción al internet.Evidentemente, no todo el tiempo que pasamos constituye en sí, una adicción, pero sí puede dar paso a perder el control del buen uso de este recurso de red.Hay algunas conductas que podemos “autoevaluar” en nosotros. Si alguna de estas conductas es afirmativa, tenemos problemas de adicción al internet.Existen DOS MODELOS BÁSICOS DE LA ADICCIÓN A INTERNET.

1-El primer tipo se refiere a sujetos muy aficionados e interesados por sus ordenadores que utilizan la Red para recoger información, jugar en solitario, obtener nuevos programas, etc. pero “sin establecer ningún tipo de contacto interpersonal” (mas que el necesario para lograr sus propósitos).

2-El segundo tipo lo constituiría aquellos sujetos que frecuentan los Chats, juegos en línea, y listas de correo. Todos ellos tienen en común la “búsqueda de estimulación social”. Las necesidades de filiación, ser reconocido, poderoso o amado subyacen a este tipo de utilización de la Red.