Biografía
Teofrasto
Teofrasto Ereso (371-287 a.C.) fue un filósofo griego y discípulo de Aristóteles. Considerado uno de los hombres más célebres de la Grecia Antigua, conocido originalmente con el nombre de Tirtamo y posteriormente apodado -con el nombre que le concedió un lugar en la historia- por su gran maestro Aristóteles; en alusión por la gracia y la suavidad de sus disertaciones.
Nació en la Isla de Lesbos y fue rumbo a Atenas -a una temprana edad- donde inció sus estudios en la escuela de Platón. Luego de la muerte de este último se vinculó con Aristóteles; quien lo nombró en su testamento como tutor de sus hijos, legándole su biblioteca, los originales de sus trabajos y designándolo como su sucesor en el Liceo con su propia separación a Calcis.
Después de haber recibido su primera introducción a la filosofía en Lesbos de parte de un tal Leucipo o Alcipo, fue a Atenas y fue un miembro del círculo platónico. Después de la muerte de Platón, se vinculó con Aristóteles y con toda probabilidad lo acompañó a Estagira. La íntima amistad de Teofrasto con Calístenes, el alumno y compañero de Alejandro Magno, la mención hecha en su testamento de una finca de su pertenencia en Estagira y los repetidos apuntes de la ciudad y de sus museos en la Historia de las Plantas son hechos que conducen a esta conclusión.
Aristóteles lo nombró en su testamento como tutor de sus hijos, legándole su bliblioteca y los originales de sus trabajos y designándolo como su sucesor en el Liceo con su propia separación a Calcis. Eudemo de Rodas también hace alusiones a esta situación y se dice que Aristóxeno estaba resentido por esta decisión de Aristóteles.
Menandro estuvo entre sus alumnos. Su popularidad se puso de manifiesto en el respeto que le profesaban Filipo, Casandro y Ptolomeo y por la desestimación total de un cargo de irreligiosidad interpuesto contra él. Fue honrado con un funeral público, y “la totalidad de la población de Atenas lo honró grandemente, siguiendo el cortejo hasta la tumba”, según relata Diógenes Laercio.
Teofrasto presidió la escuela peripatética durante 36 años y murió en 287 a. C. Bajo su dirección, la escuela floreció admirablemente –hubo un tiempo en el que hubo más de 2000 estudiantes- y a su muerte le legó su casa con jardín y columnatas como lugar permanente de enseñanza.