INTRODUCCIÓN
El teclado matricial proporciona una interfaz sencilla de entrada de datos. Sus usos pueden
ser tan variados como aplicaciones que precisen de la introducción manual de datos puedan
ocurrírsele al diseñador. Desde una calculadora, pasando por una cerradura codificada, un
termostato programable, etc.
En el mercado es habitual encontrar teclados matriciales pasivos de 3 x 4 y de 4 x 4 teclas.
Esencialmente están constituidos por filas y columnas conductoras en cuyo cruce se
encuentra un pulsador mecánico o de membrana que, al ser pulsado, establece el contacto
eléctrico entre la fila y la columna correspondiente.
Para su conexión al microcontrolador se deben colocar unas resistencias de pull-up en las
filas (o las columnas). De esta forma si se pone a masa (cero lógico) una columna (fila) se
obtendrá un cero en la fila (columna) correspondiente cuando se pulse una tecla.
Al pulsar pueden producirse rebotes mecánicos e interpretarlos como varias repeticiones de
la misma tecla. Para evitarlo basta con esperar un tiempo superior a la duración de los mismos
antes de seguir leyendo datos del teclado.
Este tiempo debe ser ajustado por el alumno de tal forma que ni se detecten pulsaciones falsas
ni resulte lento el manejo del teclado. El ajuste se puede realizar a tanto alzado, aumentando
la espera hasta que desaparezca el fenómeno de repetición o bien de modo más preciso
midiendo los transitorios con rebotes y su duración con un osciloscopio digital con captura
sensible a flancos (como los disponibles en el laboratorio B-043).