LA BASTILLA: EL PASAJE DEL AMOR Y LOS LIBROS
POR: LUISA GUIRAL.
Porque aquí se puede encontrar el libro nunca antes imaginado y las historias se vuelven infinitas. Imagen tomada De la Urbe.
Dicen que existen tantas historias, que se podría afirmar que el número es infinito. Todos los días se viven, se sufren y se disfrutan cientos de momentos y acontecimientos que, en su mayoría, son lanzadas al olvido del común. Pero hay unas que quedan inmortalizadas en el papel. Unas son reales, otras producto de la imaginación y la fantasía. Sin importar su origen, marcan un hito en quien las lee, personas que se vuelven personajes adicionales, porque sienten como si fuera propio lo que sucede.
Existen seres que viven por los libros, que encuentran el amor a través de las letras, de los relatos, de la vida tras las hojas de papel. Este sentimiento se llama bibliofilia.
Los bibliófilos son como pequeños cazadores que buscan una nueva presa cada que sienten hambre. La devoran como si no existiera un mañana y se apropian de ella como si fuera el tesoro más grande del planeta.
Ellos recurren los lugares donde pueden saciar sus deseos: las librerías y bibliotecas. En Medellín, por la Avenida La Playa, se encuentra un espacio donde los enamorados de las historias pueden encontrar mil y una que los trasladen a mundos inimaginables. Este es el pasaje de La Bastilla.
Este sitio guarda en sus adentros una parte muy grande de la historia de la ciudad. Desde hace décadas es un centro de la cultura y el conocimiento. Es uno de los más fieles testigos de la transformación de Medellín y, por consiguiente, del sector que lo rodea.
En el presente, su alrededor se encuentra sitiado por los borrachos y adictos al juegos. Sin embargo, no pierde su esencia. Cada día lo visitan decenas de lectores que buscan una historia que los cautive y les ayude a hallar un nuevo sentido para la vida. Aquí, como en otros sitios de la ciudad, pueden vivir una y mil historias de amor.