vez que se lo permitamos echaremos por tierra todo el camino andado. . No jugar con las manos El gatito debe aprender que las manos le acarician o le dan de comer, pero no son un “elemento cazable”. En los gatos el juego y la caza están íntimamente ligados, y si le acostumbramos a jugar con nuestras manos, él no entenderá por qué a veces sí y a veces no se puede jugar con ellas, por lo que es una pauta a evitar. Y por último, tengamos presente que no siempre es fácil educar a un gato. Aproximadamente el 15% de los gatos son resistentes a la socialización con las personas (sobre todo aquellos que proceden de la calle y que su período de socialización se ha realizado en ausencia de humanos).
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Revista PEDIGRÍ | Edición No. 2