Revista Parroquial Nuestra Señora de la Soledad (oct 2018) periodico-parroquial-color-OCT-18 | Page 9
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Núm. 15. Octubre, 2018. Escobedo, N.L.
Jesús envía a sus apóstoles (Mt 28,16-20)
Reflexión FAMILIAR
Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos todavía dudaban.
Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan,
pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a uste-
des. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.»
1.- Lean bien el texto.
2.- Pregúntense que entendieron y que les gustó más de este texto.
3.- Reflexionemos sobre todo en:
¿A quiénes está hablando Jesús?
¿Qué les está pidiendo?
¿Cómo estará Jesús con nosotros todos los días hasta el fin del mundo?
Jesús ya había muerto y resucitado cuando se les aparece a sus apóstoles y les da esta misión.
Él mismo, antes de subir al cielo, les encarga a sus apóstoles, y en ellos a toda la Iglesia (o
sea a todos nosotros) el propagar el mensaje de salvación que llamamos Evangelio (buena
nueva). El mismo Jesucristo ha querido valerse de nosotros para continuar su misión, la
misión de salvar a todos los hombres. Y aunque no somos perfectos, tenemos la fuerza del
Espíritu Santo y sentimos la amorosa presencia que Jesús nos prometió (yo estaré con
ustedes…).
A este encargo que Jesús hace, le llamamos misión. Los misioneros son los que buscan llevar
este mensaje de Jesús y tratar de que donde no se le conoce, se le anuncie y sean muchos
los nuevos bautizados que vivan el amor de Dios.
Algunos van a países lejanos, otros en su propia tierra, pero todos tenemos que participar de
la misión tratando de compartir la alegría del Evangelio, con nuestras palabras, pero sobre
todo con el ejemplo, a todos los que nos rodean, de manera especial a los mas cercanos,
como la familia y los amigos.
¿Te sientes tú y tu familia enviados por Dios a evangelizar?
¿Quién necesitará escuchar el mensaje de Jesús de manera más apremiante de las personas
que yo conozco y cómo podría ayudarlas?
¿Cómo podemos colaborar con las misiones?
Terminemos con una Oración.
Dios nuestro, que con el poder del Espíritu Santo enviaste a aquel que es tu Palabra para evange-
lizar a los pobres, haz que nosotros, teniendo los ojos fijos en él, vivamos siempre con verdadera
caridad, como mensajeros y testigos de tu Evangelio en todo el mundo. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amen.