EDITORIAL
¿por convicción
o por conveniencia?
R
ecuerdo que tenía 4 años cuando por primera vez
tuve contacto con un medio de comunicación, en la
vereda Matetopocho del municipio de Tame, en la
finca de doña Estefanía colgaba sobre la pared un radio
cuatro pilas y a las seis de la tarde escuché a una persona
hablando desde dentro y decía “serenidad y paciencia, mi
pequeño Solim, mucha paciencia”. Era 'Kaliman' y desde esa
época sentí mucha simpatía por los medios pues gran parte
de las cosas del mundo exterior las conocí mediante la radio.
Un cuarto de siglo después estaba graduándome en el
Colegio Superior de Telecomunicaciones en locución y
producción de radio y televisión, hoy gracias a esa
formación he realizado 7 años de radio y 7 años de televisión
en vivo, además de haber escrito en más de un periódico.
Durante todos estos años he sido respetuoso de las personas
que laboran en los medios de comunicación en el entendido
de que las responsabilidades son individuales, pero, siempre
vemos reflejado en el gremio que el comportamiento de unos
salpica al colectivo y a la profesión que en muchos casos es
estigmatizada, cuando no por vendida y cómplice silenciosa,
otras veces por extorsionista y parcializada en favor de
intereses particulares.
En otras ocasiones se traspasa la línea de los servidores
públicos y despedazándo inclusive su vida personal y la de
su familia, mancillando el buen nombre y la honra y en el
peor de los casos faltando a la verdad inventando
testimonios de fuentes inexistentes, escudados en la
potestad de no revelarlas.
Muchas veces la pereza no conduce a la mediocridad y no se
estructuran los programas y formatos, que se vuelven
rutinarios, lo que es una falta de respeto a las audiencias y se
piensa que la solución
es rellenar un espacio
Por: Pablo Eduardo Caro B.
c o n
n o t a s
sensacionalistas, o
despotricando contra el primero que se nos ocurra, hacemos
crítica creyéndonos poseedores absolutos de la verdad, lo
que nos lleva a continuar con esa cadena de ataques y
condenas.
Con esta nota editorial no pretendemos dar una cátedra de
periodismo, ética y moral, pero sabemos que aunque las
condiciones de la región son particulares para ejercer
nuestra profesión, mucho de lo que hagamos o dejemos de
hacer será definitivo para el rumbo de nuestro pueblo.
Un reconocimiento a todos los comunicadores de Arauca
con sus aciertos y errores estamos llamados a refundar
nuestro pueblo, hoy sumido en la pobreza fruto de la
corrupción y la violencia. Sin regalías, pero todo por hacer
con una riqueza incalculable en su tierra y por el valor
agregado de una raza llanera libertaria a la que no sólo
debemos informar sino formar.
Durante muchos años, desde que era un niño y leía Llano
Rojo el periódico que dirigía mi padre soñé con escribir
algún día en un medio, hoy después de muchos años de
trabajo presentamos a su consideración PARADIGMA,
construyendo región.
Nuestra línea editorial está orientada a la formación
buscando fortalecer el hábito maravilloso de la lectura, este
medio es una tribuna abierta al debate y la pluralidad de
pensamiento, no es de propiedad privada, queremos que sea
suyo, que sea de todos. Queremos construir región y romper
paradigmas.
Constitución Colombiana
Artículo 20
Se garantiza a toda persona la
libertad de expresar y difundir su
pensamiento y opiniones, la de
informar y recibir información veraz
e imparcial, y la de fundar medios
masivos de comunicación. Estos
son libres y tienen responsabilidad
social.
Artículo 18
Se garantiza la libertad de
c onciencia. Nadie será
molestado por razón de sus
convicciones o creencias ni
compelido a revelarlas ni
obligado a actuar contra su
conciencia.
REVISTA PARADIGMA | 5