Revista Oro y Cielo Revista Oro&Cielo #02 | Page 16
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HISTORIA
LOS NOMBRES
DE UNA PASIÓN
La documentación no es abundante, pero certera. El 24 de junio de 1909, un puñado de
jóvenes descendientes británicos, liderados por David Foxley, decidió juntarse en la casa de
éste último, en el Cerro Alegre de Valparaíso, y darle vida a una nueva institución deportiva.
Así nació Everton, nombre tomado de su homónimo inglés, que por esos años realizó una
gira a Sudamérica. Foxley fue su primer capitán y presidente honorario. Lo acompañaron
Frank y Hugo Boundy, Alberto González, Arturo Foxley, Carlos González y Percy Holmes.
D
urante los primeros años, el de- los siempre atractivos amistosos de verano, Everton De bohemia, de goles increíbles, de atajadas memora-
venir evertoniano transitó por enfrentó al temible Independiente de Avellaneda, en bles. Los fanáticos buscaban como si fuera un tesoro
torneos de las asociaciones loca- El Tranque, ante alrededor de 15 mil personas. alguna foto de estos próceres en la revista Estadio,
les, teniendo temporadas muy La sinfonía fue total. Buen fútbol, goles y una actua- recorriendo ferias callejeras y librerías de todos lados.
buenas y otras no tanto. Hasta ción que venía a refrendar que el elenco azul y amari- Algo que los pudiera acercar a aquellas gestas.
que en 1944 se da el gran salto, e ingresa al profesio- llo era uno de los grandes protagonistas del balompié Hasta que llegó 1976. Una fecha que, para los más jó-
nalismo. Ese mismo año, la pretemporada tuvo rivales chileno. El 5-0 final llenó de elogio a los viñamarinos y venes, les resulta más cercana. Nombres que sonaban
de lujo: Racing, Boca Juniors y Rosario Central. para la posterioridad quedará el registro de los tantos conocidos y muchos que sin ser hinchas, estuvieron
Durante los primeros años, hay hitos que no pueden de José María Lourido (2), Meléndez, Sergio Álvarez y esa mágica noche en el Estadio Nacional prendiendo
dejarse pasar. En la década de los 50, aparte de los dos Fernando Hurtado. antorchas por el nuevo campeón.
títulos, tuvo lugar la mayor goleada en la historia de
El Cordobés Ceballos, Chicomito Martínez, el “Maes-
los clásicos porteños. SE TITULÓ DE GRANDE trito” Salinas, el “Flaco” Spedaletti, el “Polo” Vallejos,
El domingo 30 de abril de 1950, en el llamado por Everton hacía méritos para ingresar a la historia por el “Negro” Ahumada, el “Charola” González, Julito
esos años Estadio El Tranque, los ruleteros se vieron la puerta grande, pero hubo que esperar hasta 1950. Núñez, el “Mono” Zúñiga... Y tantos otros.
las caras con Wanderers. La fiesta fue total y empezó La leyenda relata la historia de un equipo de fuera de Un equipo que deslumbraba en todas las canchas del
temprano. Ya antes de los 10 minutos, Everton ganaba Santiago que rompió esquemas y se convirtió en el país. Aún se escuchan los cuentos de aquel mítico tren
por 3-0, gracias a los tantos de Jorge Uribe, Elías Cid y primer campeón nacional con domicilio en regiones, a Temuco, en el cual -de seguro- no viajaron todos los
Sergio Álvarez. Los tantos de Antonio Morales, nueva- quebrando la hegemonía de los capitalinos. Eran los que dicen haberlo hecho. Lo cierto es que ese equipo
mente Cid y Enrique Ponce (2), cerraron un expresivo años en que la figura de René Meléndez concentraba despertó pasiones en las graderías, dentro y fuera
7-0 con el que se fueron al descanso. los elogios de todos los especialistas y la admiración de Viña del Mar. Tanto así, que en la final ante Unión
Los dueños de casa no sacaron el pie del acelerador. de los hinchas. Dos años después, el “pampino” no Española, en el Estadio Nacional, Everton no sólo se
Cid (3), Álvarez (2), Morales (3) y Ponce (2) sellaron un sólo sería clave en la obtención de la segunda estrella quedó con su tercera copa, también fue local.
expresivo e histórico 17-0 que los hinchas oro y cielo “oro y cielo”, sino que además se coronaría goleador No por nada, el periodista y escritor Marcelo Simonet-
no olvidan. del certamen. ti, escribió en una columna, a propósito de los 40 años
Tres años después, un 31 de enero, y en el marco de Ese plantel fue también blanco de sabrosas historias. de aquel logro, lo siguiente: “No puedo negar que a