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enano corrió hasta el templo, infundió a los guardias un profundo sueño y, mientras se
encontraban inconscientes, bajó la estatua de su pedestal y la rompió en pedazos, para
que nunca pudiera llegar a revelar el robo de Frigg, a pesar de los esfuerzos de Odín de
dotarle de habla.
Odín se enfureció terriblemente al descubrir el sacrilegio por la mañana, tanto que
abandonó Asgard y desapareció llevándose consigo todas las bendiciones que solía
repartir entre dioses y hombres. Según algunas autoridades en la materia, sus hermanos
se aprovecharon de su ausencia para asumir su forma y asegurarse su trono y su esposa,
sin embargo, aunque se parecían a él exactamente, no fueron capaces de reimponer las
bendiciones perdidas y permitieron que los gigantes del hielo, o Jötuns, invadieran la
tierra y la envolvieran con su frío. Los pérfidos gigantes estrujaron las hojas y los brotes
de las plantas hasta que todas se marchitaron, desnudaron los árboles, amortajaron la
tierra con un gran cobertor blanco de nieve y hielo, y la cubrieron con impenetrables
nieblas.
Pero al final de siete fatigosos meses, el verdadero Odín se apiadó y regresó y cuando
vio todo el mal que se había hecho, echó a los usurpadores, obligó a los gigantes de
hielo a relajar sus garras sobre la tierra y a liberarla de sus ataduras de hielo,
esparciendo de nuevo todas sus bendiciones y alegrando toda la tierra con la luz de su
sonrisa.
Las Asistentas de Frigg.
Fulla.
Frigg tenía, como sus propias asistentas especiales, un número de hermosas doncellas,
entre las cuales se encontraba Fulla (Volla), su hermana según algunas autoridades, a
quien le confiaba su estuche de joyas. Era Fulla siempre la encargada del atavío de su
señora. Tenía el privilegio de calzarle sus zapatos de oro, la atendía en todas partes y era
su confidente. A menudo le aconsejaba sobre la mejor manera de ayudar a los mortales
que imploraban la ayuda de la diosa.
Fulla era ciertamente muy hermosa y tenía largos cabellos dorados, que ella dejaba
sueltos sobre sus hombros, sujetos sólo por una redecilla o cintillo de oro. Ya que sus
cabellos eran emblemáticos del grano dorado, este cintillo representaba el atado de las
gavillas. Fulla era conocida también como Abundia o Abundancia, en algunas regiones
de Alemania, donde ella era considerada como el símbolo de la plenitud de la Tierra.
Hlin.
Hlin, la segunda asistenta de Frigg, era la diosa de la consolación, a la que enviaba para
que secara las lágrimas de los que lloraban y derramara bálsamo sobre los corazones
encogidos por el dolor y el sufrimiento. Ella también escuchaba con oídos siempre
atentos las oraciones de los mortales, comunicándoselo a su señora y aconsejándole a
veces sobre el mejor modo de contestarlas y conceder el consuelo deseado.
Gna.