revista nórdica Mitologia_nordica.1474443498 | Page 144
98 "Pero luego a la noche, Odín, volverás,
si tratarme de amores quieres;
que de esta torpeza nadie se entere
sino sólo nosotros solos".
99 Del cierto placer me abstuve entonces
pensando que ella me amaba;
seguro creí que después gozaría
de todo su amor y favores.
100 Cuando luego volví, feroces guerreros
alerta guardia montaban
con fuego de teas y antorchas en alto.
¡Mal paso allí se me abría!
101 Ya cerca del alba de nuevo volví:
ahora los hombres dormían;
amarrada en la cama la perra estaba
de la hermosa mujer.
102 Son muchas las niñas, si bien se mira,
con los hombres falsas;
claro lo vi cuando quise que gusto
la astuta mozuela me diese:
por toda vergüenza me hizo pasar
y no logre yo gozarla.
103 Alegre en su casa, festivo con huésped
y cauto ha de ser el hombre;
memorioso y locuaz, si quiere ser sabio;
lo bueno a menudo cuente.
Por imbécil se tiene al que apenas habla,
es ese el modo del necio.
104 Visité el viejo gigante; heme aquí vivo;
diome allí poco el callar:
parla abundante servicio me hizo
en la sala de Suttung.
105 Con la boca de Rati camino me abrí
con ella la roca royendo:
por alto y por bajo - arriesgué la cabeza -
pasábanme sendas de gigantes.
106 Gunnlod me dio en su trono de oro
del excelso hidromiel;
mal yo a ella después le pagué