Revista Niños y Adolescentes, del IPN Edición Setiembre 2020 - Elaborado por DA | Page 4
EDITORIAL
Pensar la educación
Es evidente que los problemas de la educación
en nuestro país no son solamente
por una insuficiencia en los recursos económicos.
Esto es parte del problema y no la causa.
La cuarentena ha desnudado que no hay política
pública, no existe un plan pre, intra o postpandemia,
ni mucho menos condiciones de transformar
la miseria pedagógica en que se ha convertido esa
oferta estática que es la educación paraguaya.
En ninguno de los niveles educativos figuramos en
un sólo ranking mundial. En 30 años de democracia
no se ha desmontado un sistema autoritario,
conservador, memorístico, repetitivo, insípido e insalubre
desde el punto de vista de la salud mental.
Y esto se logra sólo de manera presencial. Más
aún cuando los niños no han demostrado ser ni los
principales vectores ni afectados por el coronavirus
en todo el mundo.
Para dignificar la función docente, aumentar la
libertad de decisión de los padres, mejorar la calidad
educativa y hacer feliz a los niños y adolescentes
que concurren al aula, se debe aspirar a
una sociedad del conocimiento que responda a los
grandes avances en materia neuroeducativa.
El año de cuarentena infantil ha sido torpemente
desaprovechado como sucede cuando no se piensa
en educar para aprender, sino en completar forzadamente
un currículum académico anticuado.
Se carece de una estrategia mínima frente a una
pandemia que en vez de utilizar las condiciones
adversas como oportunidad, se busca transferir el
mismo sistema educativo como modelo agotado,
a nivel virtual.
Era el momento para la innovación tecnológica,
la capacitación docente, el aula virtual complementando
la docencia presencial, y de un modelo
educativo basado en los avances en la neuroeducación,
con una pedagogía integradora y dinámica.
Pero se teme más al virus del cambio que se prefirió
el encierro y la incomunicación oficial que a
involucrar a padres, docentes y estudiantes al debate
por una educación de mejor calidad.
Los países que priorizan la educación han entendido
que no podían confinar a un exilio persistente,
en la formación complementaria, a todos
los niños, sustituyendo con un programa virtual
lo más importante en el aprendizaje del niño: la
convivencia y el respeto al otro.
Dr. Ignacio Iramain Chilavert
DIRECTOR GENERAL DEL IPN
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INSTITUTO PRIVADO DEL NIÑO