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Actualidad
Látigo humeante. Las numerosas colocaciones de bonos
Mirando el pasado. El presidente Nicolás Maduro contrató como
internacionales (préstamos certificados que deben pagarse a
mediano plazo) realizadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro
han puesto en apuros a Venezuela, cuyo Banco Central debe
pagar US$721 millones cada mes. La deuda externa venezolana
se calculó en US$105 mil millones en el 2013.
asesor al exguerrillero Orlando Borrego, quien trabajó bajo las órdenes de
Ernesto Che Guevara en la década de los sesenta en Cuba. Borrego, de 78
años, comandará la reforma estructural del aparato público venezolano y
buscará mejorar la popularidad de Maduro frente a la población, mellada
por la represión de las protestas callejeras en los últimos meses.
Julio
Hevia
Las causas de la crisis económica venezolana
Escribe Marco Cánepa
L
o ocurrido en Venezuela sigue un patrón
que se repite una y otra
vez de manera idéntica
cada vez que se sigue
una lógica económica poco prudente. Y que no tiene nada que ver
con supuestos complots de empresarios ni con intentos golpistas organizados por potencias extranjeras.
Es simplemente un problema de
economía básica.
La intención del presente artículo
no es criticar a nadie, ni al fallecido
Hugo Chávez ni al actual presidente
Nicolás Maduro, y menos a cualquiera que haya seguido el mismo
camino. Simplemente busca explicar
por qué ocurre lo que ocurre para
que seamos capaces de reconocer
esas situaciones a tiempo y evitar que
pasemos por lo mismo... otra vez.
CRÓNICA DE UNA CRISIS
ANUNCIADA
Para entender bien el problema,
pongamos un ejemplo. Digamos que
usted es una persona con el corazón
bien puesto, genuinamente preocupado por sus semejantes y que llega a
la presidencia de un país con mucha
pobreza y desigualdad. Usted, naturalmente, quiere ayudar al pobre y
para eso existen dos posibilidades:
La primera es seguir el camino
tradicional: el largo proceso de
intentar hacer crecer la economía,
de mejorar la educación, la capacitación laboral, el emprendimiento y
los niveles de empleo pleno para que
suban los sueldos. Y además, acompañar eso con políticas sociales que
aseguren la igualdad de oportunidades para todos y que garanticen los
derechos básicos de los ciudadanos.
Pero este camino no le convence. La
segunda es el camino ‘fácil’.
PASO 1: EL CAMINO ‘FÁCIL’
Usted supone que si como gobernante se limita a hacer crecer la economía, la riqueza se quedará en los
bolsillos de los grandes empresarios.
Y eso lo ha visto muchas veces.
Usted está seguro de que hay
otro camino, uno más rápido y
directo: su país tiene la billetera
llena y no hay tiempo que perder,
así que se lanza a repartir subsidios, bonos y beneficios sociales
con mucha generosidad para llevar
esa riqueza rápidamente a la gente,
más allá del balance fiscal. Es decir,
gasta más de lo que recauda.
Para hacer sostenible ese mayor
gasto, sube fuertemente los impuestos a las empresas y a las grandes
fortunas. Incluso, puede que para
hacer caja con rapidez, usted ordene
imprimir más dinero.
PASO 2: DINERO FÁCIL
e INFLACIÓN
En un primer momento todo va
bien, la gente lo adora y su situación parece ir mejorando. Pero un
problema empieza a emerger: los
precios están subiendo casi a la
par que su generosa ayuda, anulando el esfuerzo.
¿Qué está pasando? El exceso
de dinero circulante está generando inflación. Lógico: si hay
más plata circulando, esa plata
“es menos valiosa”. Para que lo
entienda, imagínese que los diamantes empezaran a crecer en
los árboles… ¿Seguiríamos considerándolos tan valiosos? Lo que
otorga valor a los diamantes es su
escasez y lo que cuesta extraerlos.
Asimismo, lo que le da valor al
dinero es que hay que trabajar para
ganarlo. Cuando algo empieza a
llegar gratis, pierde su valor. Por lo
tanto, como la pla H8