Revista Nexos Julio 2014 | Page 2

02 Actualidad Látigo humeante. Las numerosas colocaciones de bonos Mirando el pasado. El presidente Nicolás Maduro contrató como internacionales (préstamos certificados que deben pagarse a mediano plazo) realizadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro han puesto en apuros a Venezuela, cuyo Banco Central debe pagar US$721 millones cada mes. La deuda externa venezolana se calculó en US$105 mil millones en el 2013. asesor al exguerrillero Orlando Borrego, quien trabajó bajo las órdenes de Ernesto Che Guevara en la década de los sesenta en Cuba. Borrego, de 78 años, comandará la reforma estructural del aparato público venezolano y buscará mejorar la popularidad de Maduro frente a la población, mellada por la represión de las protestas callejeras en los últimos meses. Julio Hevia Las causas de la crisis económica venezolana Escribe Marco Cánepa L o ocurrido en Venezuela sigue un patrón que se repite una y otra vez de manera idéntica cada vez que se sigue una lógica económica poco prudente. Y que no tiene nada que ver con supuestos complots de empresarios ni con intentos golpistas organizados por potencias extranjeras. Es simplemente un problema de economía básica. La intención del presente artículo no es criticar a nadie, ni al fallecido Hugo Chávez ni al actual presidente Nicolás Maduro, y menos a cualquiera que haya seguido el mismo camino. Simplemente busca explicar por qué ocurre lo que ocurre para que seamos capaces de reconocer esas situaciones a tiempo y evitar que pasemos por lo mismo... otra vez. CRÓNICA DE UNA CRISIS ANUNCIADA Para entender bien el problema, pongamos un ejemplo. Digamos que usted es una persona con el corazón bien puesto, genuinamente preocupado por sus semejantes y que llega a la presidencia de un país con mucha pobreza y desigualdad. Usted, naturalmente, quiere ayudar al pobre y para eso existen dos posibilidades: La primera es seguir el camino tradicional: el largo proceso de intentar hacer crecer la economía, de mejorar la educación, la capacitación laboral, el emprendimiento y los niveles de empleo pleno para que suban los sueldos. Y además, acompañar eso con políticas sociales que aseguren la igualdad de oportunidades para todos y que garanticen los derechos básicos de los ciudadanos. Pero este camino no le convence. La segunda es el camino ‘fácil’. PASO 1: EL CAMINO ‘FÁCIL’ Usted supone que si como gobernante se limita a hacer crecer la economía, la riqueza se quedará en los bolsillos de los grandes empresarios. Y eso lo ha visto muchas veces. Usted está seguro de que hay otro camino, uno más rápido y directo: su país tiene la billetera llena y no hay tiempo que perder, así que se lanza a repartir subsidios, bonos y beneficios sociales con mucha generosidad para llevar esa riqueza rápidamente a la gente, más allá del balance fiscal. Es decir, gasta más de lo que recauda. Para hacer sostenible ese mayor gasto, sube fuertemente los impuestos a las empresas y a las grandes fortunas. Incluso, puede que para hacer caja con rapidez, usted ordene imprimir más dinero. PASO 2: DINERO FÁCIL e INFLACIÓN En un primer momento todo va bien, la gente lo adora y su situación parece ir mejorando. Pero un problema empieza a emerger: los precios están subiendo casi a la par que su generosa ayuda, anulando el esfuerzo. ¿Qué está pasando? El exceso de dinero circulante está generando inflación. Lógico: si hay más plata circulando, esa plata “es menos valiosa”. Para que lo entienda, imagínese que los diamantes empezaran a crecer en los árboles… ¿Seguiríamos considerándolos tan valiosos? Lo que otorga valor a los diamantes es su escasez y lo que cuesta extraerlos. Asimismo, lo que le da valor al dinero es que hay que trabajar para ganarlo. Cuando algo empieza a llegar gratis, pierde su valor. Por lo tanto, como la pla H8