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Mundo
Bata blanca. Cuando el papa Francisco terminó su educación
secundaria en Buenos Aires, empezó a trabajar en un laboratorio de mucho
prestigio. Sus padres deseaban que fuera médico, esperanzados en su enorme
bondad e inteligencia: “Yo les contesté que sí, que sería médico de almas. Mi
madre lloró y mi padre se alegró”.
Santa abuela. La relación del papa con la oración se inició con el ejemplo
de una de sus abuelas. “Mi abuela paterna, Rosa, me enseñó a rezar. Me contaba
historias de santos y me marcó mucho en la fe. Mis cuatro hermanos iban
naciendo y la nonna tenía que ayudar a mamá, que había quedado paralítica al
nacer mi hermana menor, Malena. Ella es la única que aún vive”.
El Papa y las expectativas de cambio en la Iglesia
El Sumo Pontífice que fue
portero de una discoteca
en Buenos Aires e hincha
tribunero de San Lorenzo
de Almagro es el mismo
personaje que viene
saldando algunas viejas
deudas de la Iglesia. ¿Podrá
cumplir con todas?
Cuerdas separadas.
Arriba, José María
Escrivá de Balaguer
(1902-1975) brinda
una charla de fe a
seguidores del Opus
Dei en España. Pese
a que la foto podría
indicar lo contrario, su
grupo religioso ha sido
acusado de ejecutar
diversas formas de
discriminación. Por
ejemplo, se dice que
organizaciones y
colegios del Opus Dei
tendrían prácticas
de exclusión contra
grupos homosexuales.
La pugna entre el
Opus Dei y los jesuitas
(orden religiosa a
la que pertenece
Francisco) es notoria:
los seguidores de
Escrivá de Balaguer
buscan la santificación
mediante el trabajo y
el ascenso profesional,
mientras que la
Compañía de Jesús
busca extender
la humildad y la
sencillez.
El empuje de
Francisco
Escribe
Mario Rodríguez Quezada
E
n los últimos años,
la Iglesia Católica
ha sido señalada
como una institución atrapada en la
intolerancia, y que profesa una
doctrina alejada de los tiempos
actuales. ¿Qué se podía hacer
para contrarrestar esa imagen
negativa y arcaica? Pareciera
que la respuesta fue la elección
de Jorge Mario Bergoglio como
Santo Padre.
Para el recordado sacerdote
jesuita Jeffrey Klaiber, fallecido
poco antes de la publicación de
este artículo, el papa Francisco
busca cumplir uno de los retos
históricos de la Iglesia: acercarse a sus fieles. “Francisco es
muy cercano a la gente. Ese era
un reclamo general a la Iglesia, e
incluso pareciera que en los cónclaves para la elección del Sumo
Pontífice se t enía de antemano
una lista de objetivos que debía
cumplir el que saliera elegido… Y
uno de ellos era lograr una mayor
cercanía con las personas”.
L a presencia de un papa
más mediático y que califica a
Internet como un don de Dios
es indudablemente aire fresco
para la Iglesia. Además, ser un
líder terrenal le ha permitido
construir un vínculo directo
con la prensa.
Marco Méndez, periodista
de El Comercio, considera que
el buen trabajo comunicacional
de Francisco se refuerza a través
de su comportamiento diario:
“Para describir al papa rescato
lo que dice el sociólogo Erwing
Goffman sobre la forma en la
que nos presentamos y vamos
construyendo una imagen ante
los demás. Por un lado, Fran-
cisco se presenta como un personaje ejemplar, pero ello es
acompañado con hechos. Si
tiene que hacer algo, lo hace: por
ejemplo, usar un auto modesto o
vestirse con simpleza. Eso le ha
ayudado a construir una imagen de autoridad”.
Esa sencillez quedó demostrada en una entrevista que
Francisco le concedió al sacerdote Antonio Spadaro, director
de la revista jesuita La Civiltà
Cattolica . Pregunta: ¿Quién es
Jorge Mario Bergoglio? Respuesta: “Soy un pecador en quien
el Señor ha puesto los ojos”.
Aquel liderazgo cercano y
terrenal ha sido complementado con su firmeza frente a la
pedofilia, uno de los temas más
espinosos para la Iglesia. Según
Méndez, con el tema de la pedofilia “se ha dado un gran paso
porque Francisco la ha condenado con claridad y firmeza, lo
que podría ser una nueva política del Estado Vaticano”.
REFORMAS MEDIANAS
¿El nuevo liderazgo que imprime
Francisco es un indicio del advenimiento de reformas radicales
en la Iglesia? Klaiber opina que
habrá algunos cambios, pero
no al nivel que algunos quisieran suponer. “Creo que no se
producirán reformas muy profundas. Tal vez el cambio más
El dato
“Si una persona es gay y
busca al Señor con buena
voluntad… ¿Quién soy yo
para juzgarlo?”.
Papa Francisco
29 de junio del 2013
importante tenga que ver con
el estilo y con la forma de hacer
las cosas. La nueva manera de
tratar al prójimo es clave para
que la Iglesia empiece a tener
una postura más inclusiva ante
los ojos del mundo”.
Efectivamente, los actos del
papa sugieren que existe el interés de predicar el Evangelio a
grupos que en algún momento
fueron abandonados por la Iglesia, como los homosexuales, los
divorciados o los no bautizados.
Así las cosas, Klaiber sostiene que en el sínodo (reunión
de obispos) de octubre del 2014
podría consolidarse un cambio
de actitud con relación a los
divorciados: se les invitaría a
volver a la Iglesia.
Sin embargo, esos cambios
están generando en el Vaticano
una corriente de oposición a
Francisco. Méndez señala que
“la resistencia a las transformaciones siempre ha existido en la
curia romana, pues eso implica
variaciones en los estatus y en
los privilegios”.
GRUPOS REACCIONARIOS
La resistencia a los cambios
encabezados por Francisco pro-
vendrían de grupos ultraconservadores de la Iglesia como el
Opus Dei y el Sodalicio. Klaiber
lo interpreta así: “Muchos grupos que se sentían seguros están
asustados y se sienten incómodos
porque suponen que el papa es el
modelo de lo que ellos deben ser”.
Pareciera que los cambios profundos en la Iglesia aún tendrán
que esperar, pero la inclusión de
grupos relegados y tachados, la
firmeza contra la pedofilia y la
preocupación por construir una
imagen más cercana a los fieles,
son finalmente buenas noticias.
¡Buona fortuna, Francisco!
Fabián
Vallas
opinión
Pishtacos y
robaórganos
Cada cierto tiempo
y en forma cíclica
aparece una nueva
psicosis colectiva
en Lima, así como
en otras ciudades del
mundo. En estos días,
la población del cono
norte de la capital vive
atemorizada.
La razón: el temor
por los ‘robaórganos’.
Nadie sabe dónde
comenzó la historia,
pero casi todos creen
que es verdad. Resulta
que una pareja de
colombianos se
encuentra al acecho
buscando niños
para secuestrarlos y
quitarles un pulmón o
un corazón, que luego
son colocados en el
mercado negro. “Les
cortan la barriga y les
quitan los órganos...
Y después, como
agradecimiento,
dejan en la casa de
los padres un sobre
con 100 dólares”. Eso
indica un ‘testigo’.
Pero nadie es
capaz de brindar
más información.
Las víctimas no
tienen identidad. Una
borrosa fotocopia
con los rostros de los
asesinos colombianos
se exhibe en tiendas y
postes de luz.
De esta historia, dos
elementos llaman la
atención. El principal
es la historia. Con
ciertas variantes, es la
misma del ‘pishtaco’
del siglo pasado o
la de los ‘sacaojos’
de la década de los
ochenta, investigadas
por Gonzalo
Portocarrero. Pero lo
que más preocupa es
que esta historia es
creíble para un gran
sector de la población,
pese a las reiteradas
aclaraciones de la
policía.
La respuesta
podría estar en varios
factores. En primer
lugar, la inseguridad
ciudadana ocasiona
un estrés social
que dispara la
imaginación de una
población que se
siente desprotegida.
En segundo término,
existe una tremenda
desconfianza en las
autoridades. Creer
en los ‘robaórganos’
es un síntoma
mostrado por diversas
ciudades del mundo
como Lima, que
viven al acecho de la
delincuencia.