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Corazón bajo la lupa
El hombre ha evolucionado y ordenado su vida en
una sociedad cuya organización se ha vuelto compleja
a través del progreso, generando cada día más
demandas, fenómenos adversos y diferentes formas
de sistemas más exigentes; sus repercusiones en la
salud data desde hace más de 2000 años, siendo
capaz de generar verdaderas complicaciones en la
salud. A partir del 2012 ya se reconoce en las guías
europeas de prevención cardiovascular, que el estrés
debe observarse como un importante factor de riesgo
para enfermedades cardiovasculares. Una de ellas es
el infarto del miocardio por estrés conocido como
síndrome de tako tsubo; esta es una enfermedad que
se inició en Japón alrededor de la década de los 90 y
que se le llamó así debido a los hallazgos en distintos
estudios de imágenes del corazón, en los que se
observó que el corazón adopta una imagen parecida
a una vasija, abombada y con el cuello estrecho, usada
tradicionalmente entre los pescadores nipones para
atrapar pulpos.
Las personas pueden presentar los mismos síntomas
de un infarto: dolor de pecho, cansancio o dificultad
respiratoria, palpitaciones, desmayos etc., se presentan
al hospital y en los primeros exámenes sanguíneos
y del corazón como el electrocardiograma, puede
simular perfectamente un infarto. Lo interesante es
que al estudiar las arterias en estos pacientes no hay
obstrucción por placas de ateroesclerosis como en un
verdadero infarto.
Entonces surgió la duda sobre qué generaba este
cuadro y en uno de los más importantes estudio
en Zúrich se observó que era precedido por un
acontecimiento desencadenante; un evento físico
(falla respiratoria aguda, postoperatorio, infección,
patologías del sistema nervioso) y en segundo lugar
el estrés emocional o físico severo negativo, como
una tristeza, furia, temor a noticias sobre la muerte
inesperada de un ser querido, diagnóstico médico
“aterrador”, perder o incluso ganar mucho dinero,
actuar en público, divorcio, desastres naturales, etc.,
generalmente fenómenos emocionales, lo que llevo
a que este cuadro reciba la denominación popular de
“síndrome del corazón roto” (“broken heart” ).
Ante estímulos amenazantes, particularmente si estos
son de naturaleza emocional, el organismo reacciona
a través de diferentes sistemas neuroendócrinos
liberando cantidad excesiva de catecolaminas:
adrenalina, noradrenalina y endotelinas y así se
prepara para la lucha o la huida de la amenaza, pero
esta reacción que en principio es adaptativa y natural,
tiene consecuencias tremendamente negativas para
el corazón y para la salud cuando se presenta con
demasiada frecuencia.
Si bien en sus inicios se pensó que afecta principalmente
a mujeres en el 85% de los casos, sobre todo en
etapa postmenopáusica, hoy en día se sabe que su
presentación está siendo cada vez más frecuente en el
hombre, llegando hasta un 35% de todos los casos, en
quienes se observan más frecuentes las complicaciones
como falla cardíaca es decir disminución de la función
de bombeo del corazón. En el seguimiento de hasta
por 10 años sobre estos pacientes la mortalidad fue
algo mayor al 5% y la tasa de que este cuadro se repita
fue del 1.8 hasta el 3%.
Como pacientes ante estos síntomas siempre se
deberá buscar atención médica con un cardiólogo
lo antes posible para realizarle las pruebas adecuada
para realizar el diagnóstico y así procurar menores
complicaciones y la pronta recuperación.
Si tienes síntomas de estrés, tomar medidas para
controlarlo puede traer muchos beneficios para tu
salud.
Explora diversas estrategias de manejo del estrés,
como las siguientes:
Actividad física regular.
Técnicas de relajación, como respiración
profunda, sesiones de masajes.
Mantener el sentido del humor.
Socializar con familiares y amigos.
Hacerse tiempo para los pasatiempos, como
leer o escuchar música.
Busca maneras activas de controlar el estrés. Las
formas pasivas, como mirar televisión, navegar por
internet o jugar videojuegos, parecen relajantes, pero
pueden aumentar tu nivel de estrés con el tiempo.
Asegúrate de dormir bien y de mantener una
alimentación equilibrada y saludable. Evita consumir
tabaco, el exceso de cafeína y de bebidas alcohólicas,
y el uso de sustancias ilegales.
Escrito por:
Dra. Verónica de Chávez
Cardióloga - Internista
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