LA CAUSA…
DE ESTE ARTÍCULO
Por: María del Pilar Gómez-Restrepo Chávez*
*Asesora de Restaurantes a nivel nacional e internacional, con amplia experiencia en Marketing e Imagen Institucional.
Queridos seguidores; es para mí un gusto escribir y cumplir cada mes con sus peticiones. Este tema, los llenará de orgullo e historia. Nos remontaremos a un legendario mágico y cultural pasado.
Como todos sabemos, la gran protagonista de la causa, es la papa que es oriunda de Perú. Creo que es necesario que les cuente esta bella Tradición oral Inca, que encontré en mis adorados libros.
Entrañas de la tierra
La papa habitaba felizmente en las entrañas de la tierra, en alturas de los bellos andes. Amó a la mano que, con sumo cuidado la arrancó de su mundo. Usando sutiles cantos, le cambiaría su tímido destino. Ella se sentía fea, por eso se escondía bajo tierra. Salió a la luz para alimentar a los pueblos andinos. Si es ofendida, los Dioses que se encuentran en el Jananpacha, harán tronar los cielos. El dios Inti abrirá sus brazos y producirá unos rayos tan fuertes que se producirán largas sequías.
Santiago E. Antúnez de Mayolo, nos relata que los Incas, no solo consumían la papa, también lo harían con sus hojas y la deshidratarían, para conservarlas por largas temporadas. Es en el siglo XVI, que los Curacas Incas le obsequian a Pizarro 1’613,456 kilos de papa. Así la conocerían y aprenderían a comerla. En 1,539 la papa sería el diezmo de la Iglesia ante el Emperador Carlos V.
Nacimiento de la causa
Como la llamaban nuestros antiguos peruanos “Kausac” en vocablo quechua, que significa: “Lo que sustenta, lo que alimenta”. Según el cronista Toribio Mejía, La causa sería el alimento de las personas del
campo. Usando al papa waiko o huayro sancochada, prensada y mezclada con ají molido. Incorporándole abundante queso, huevos y verduras.
En 1,821 se le conocería como el plato emblemático, el cuál sería preparado por mujeres luchadoras que estaban a favor de la causa por la Independencia, Ellas heroicamente venderían hasta sus últimas joyas, para alimentar y dar de comer a las tropas libertadoras.
Exquisito picor
En 1879, con la Guerra del Pacífico, la causa repetiría el plato y la misma función mejorando sus ingredientes.
Incorporándoles camarones aporte de tierras solidarias arequipeñas. El norte aportó los pescados frescos como corvina y lenguado en trozos fritos. Ilo y Moquegua se hicieron presentes con el cremoso y delicioso queso. Cusco y Puno con sus oriundas y arenosas papas, más los potentes ajíes de exquisito picor.
Tacna dedicó sus mejores aceitunas negras de botija y para cerrar el gran aporte, Lima dedicó los mejores limones, sutil con las rosadas y jugosas cebollas de gran personalidad. Como último ingrediente: el huevo duro el cuál representaría la pureza de alma y el brillo del dios-sol, sería quien coronaría la misma.
Hoy, los invito a degustar una buena causa con sabor a peruanidad.
¡Felices Fiestas Patrias!