Revista Mexiconoce REVISTA MEXICONOCE METEPEC | Page 27

SABÍAS QUE En esta ocasión tuvimos la oportunidad de acercarnos a Diego Vargas director de Tlanchana Fest, quién nos platicó un poco del festival y como fue que se aventuro a lanzar este proyecto tan interesante cuya próxima edición será en Marzo de 2019. La pregunta obligada, ¿cómo surge la idea de organizar un festival de estas característi- cas? Diego Vargas, platícanos un poco de ti ¿de dónde vienes y cuál es tu trayectoria previa al festival? Nací en 1991 en Metepec, Estado de México, fui registrado en Toluca, pero nací en Metepec. Soy artista plástico y he buscado profesionalizarme en la cultura, mi principal inte- rés durante la carrera fue el arte contemporáneo por lo que tenía cierta orientación hacia el arte digital. Como artista he expuesto en varios estados de la República así como en otros países como en Colombia y Estados Unidos. Nace mi interés en trabajar en la gestión cultural en el 2010 gracias a un proyecto realizado para la Universidad Autó- noma del Estado de México. A partir de ese momento la gestión cultural se volvió un quehacer constante en mi vida. En 2012 dirigí el Festival Internacional Cinematográfico de Toluca (Fict) con la intención de crear una plataforma para promover la industria audiovisual en la capital del estado, pero no logró generar el impacto esperado. En 2013 inició un proyecto en el Pueblo Mágico de Metepec en el cuál encuentré un lugar mas abierto a la creación y a la gestión, con ciertas características que hacían al municipio idóneo para un festival en ese año. En 2014 se dio a conocer Tlanchana Fest, con sus primeras actividades dentro del Festival de Arte y Cultura Quimera. Con la experiencia que había obteni- do con los proyectos de gestión cul- tural previos, así como los festivales nacionales e internacionales de cine a los que había asistido, quería ofre- cerle al lugar al que pertenezco algo de todo esto, además de ponerlo en el mapa de la industria audiovisual. Proyectar películas que no llegaban fácilmente a nuestra ciudad, además de ofrecer un espacio para promover y proyectar la creación audiovisual lo- cal, la cuál estaba emergiendo lenta pero firmemente. Uno de los retos mas importantes fue encontrar un nombre que dijera de donde pertenece el festival pero sin atarlo de forma geográfica, pues en los planes estaba expandirlo a otros espacios. Era necesario encon- trar algo que indicara la pertenencia pero también fuera un nombre fuer- te y que se quedara en la mente de quien lo pronunciara o leyera una vez; la respuesta estaba justo ahí, en medio de la plaza principal de Me- tepec: La Tlanchana, la leyenda de la sirena que aparecía en la antigua zona lacustre de Metepec y que los artesanos han representado a través de sus maravillosas obrar de alfare- ría. La Tlanchana es de Metepec pero puede ir a donde quiera. 26