con ensaladas frías. Es un atentado contra el buen gusto mediterráneo. La Alfredo y las preparaciones con crema de leche son inventos occidentales. Los europeos prefieren la mantequilla y el aceite de oliva. La verdad es que algunos formatos de pasta van mejor con algunas salsas y no tan bien con otras. Siga esta guía rápida: -Espagueti, linguine or fettuccine: opte por las salsas suaves Los mandamientos italianos Aunque en América la pasta se ha porque se adhieren con mayor facilidad. -Fusilli, orecchiette, adaptado a las preferencias regionales, en Italia es mal visto comer pasta y pan conchiglie, farfalle o rigatone: a la vez o servir pasta con un corte de sirva con salsas de mayor volumen e carne en la misma fuente. “Son dos platos ingredientes más gruesos porque pueden separados, que se comen aparte: primero alojarse en las concavidades de la pasta o la pasta y luego la carne”, dice Vesselle. pegarse a los surcos. También son ideales Tampoco deben juntarse pastas calientes para hornear.
pastas frescas, de textura más porosa y sabores más acentuados, se consumen preferiblemente con salsas potentes, como las de ragú (pato, conejo, jabalí, cerdo o res). “En cambio, los mariscos y productos frescos requieren de una pasta más neutra como la seca”, aconseja Vesselle. Además, la pasta seca puede elaborarse hueca. Es un atributo que la fresca no puede ofrecer.
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Revista Mesa&Bar | Edición No. 1