Revista MASAJE #1 1 | Page 40

Masaje en el bebé Masaje en el bebé El masaje infantil es una práctica antigua y habitual en otros países donde el tacto ocupa un lugar importante en esa cultura. En la India las madres lo practican para paliar la falta de alimento, pues ellas saben muy bien que la mejor forma de decirle “te quiero” al bebé es a través del tacto. En Africa y Asia, los padres o familiares del bebé le brindan masajes diarios. El masaje les permite profundizar el vínculo con su hijo y establecer ese diálogo que está más allá de las palabras ahondando en el mundo de las caricias que le devolverán al recién nacido la seguridad de sentirse acogido, bienvenido. 38 • m a s a j e / v e r a n o 1 9 9 6 n el vientre de la madre, la vida era de una riqueza infinita. Sin hablar de los ruidos y los sonidos, para el bebé todo estada en constante movimiento. Aunque su madre se levante, camine, se dé la vuelta o se agache, cada cambio es una sensación para el bebé. El bebé está recibiendo una enorme cantidad de señales táctiles y, ahora, sabemos que la estimulación táctil que recibe el bebé durante el parto es de suma importancia para su vida posnatal. En la especie animal todas las madres lamen a sus crías con energía, y probablemente las que no reciban estos cuidados mueran en poco tiempo. Ahora ningún médico ignora la importancia de colocar al recién nacido en el cuerpo de la madre tras su nacimiento. A lo mejor, si dedicásemos más atención a las sensaciones táctiles podríamos evitar muchos males que acechan al ser humano. La carencia de contacto después del nacimiento le dejan al recién nacido un vacío aterrador de sensaciones inexplicables. Pasada la tempestad del nacimiento, el niño está destinado a estar solo en su cuna, entonces lo que comienza es el miedo. “El niño y el miedo nacen juntos y nunca se separan” (Frederick Leboyer). Una vez en el mundo, el bebé está abocado a la ausencia de movimiento, ¡qué distinto!, en la tripa todo era movimiento y ahora hay una ausencia de contacto y encima un hambre voraz. El bebé está aterrado por la novedad de la sensación. El primer sentido que se despierta es el tacto, pues parece que en estado embrionario la sensibilidad de la piel es lo que despierta tempranamente; por eso la piel es el medio de comunicación más apropiado para acercarnos al recién nacido. Hay una ley en biología que dice que cuanto más tempranamente se desarrolla una función, tiene más probabilidad que ésta sea fundamental. La piel es la que conecta el exterior con el interior, debe registra