Revista MASAJE #1 1 | Page 32

REIKI: Un sistema de sanación y curación, y algo más ca, mental o emocional no tendrá ninguna importancia. En su pasaje una pequeña parte de la energía se queda con el donante (mejorando así su estado si hace falta) y el resto llega al receptor en estado puro. Tratándose de una canalización, el donante no se encontrará nunca “vacío” energéticamente. Naturalmente; existen una serie de posiciones de manos que componen un tratamiento completo. Pero, así como nosotros no provocamos la circulación del Reiki con nuestra mente, tampoco lo estamos dirigiendo: el Reiki irá guiándose a sí mismo, allí donde más falta hace en este momento. Llegado allí, la curación empezará al nivel de la causa de la enfermedad y no al nivel de los síntomas y en el ritmo más adecuado para el cuerpo enfermo. Esto se hará indistintamente donde se encuentra la causa: nivel puramente físico, mental-emocional o espiritual. Gracias a esta característica el practicamente de Reiki no necesitará ningún tipo de conocimientos de anatomía, biología, medicina, psicología, etc. y ningún don especial. La curación la está haciendo el Reiki, no el canal, y los efectos de los tratamientos de Reiki siempre serán positivos (incluso cuando aparentemente no pasa nada, algo de bueno está pasando.) La manera de “aprender” es otro aspecto específico, que hace que el Reiki sea único entre las diferentes terapias energéticas. El Reiki no se aprende en el sentido conocido de la palabra. El Reiki se recibe. El canal Reiki se abre gracias a un proceso de iniciación llevado a cabo por un Maestro de Reiki, debidamente iniciado. Desde el punto de vista práctico la enseñanza está estructurada en tres grados. El primer grado se enseña, habitualmente, en un fin de semana. Es el momento en el que el Maestro nos abre el “canal Reiki”, el momento en que, por primera vez para muchos, “entendemos” que es el Amor Incondicional, en que descubrimos este sentimiento increíble de de estar “conectados” a la fuente y, aún más, el sentimiento que ya no estamos solos. El primer grado del Reiki ha sido comparado a menudo con un viaje de donde volvemos complementamente transformados. Es un fin de semana inolvidable. El segundo grado se enseña, habitualmente, en dos sesiones (fin de semana o dos tardes). En este momento se nos enseñan los tres símbolos de segundo grado y, gracias a la iniciación correspondiente, podemos actuar para sanar y curar directamente en los planos emocional y mental. También con el segundo grado se pueden hac