Editorial
Colegio
El Colegio y el mundo
S
i hojean
los textos de
esta revista electrónica, se darán cuenta de que, salvo los
que hacen un recuento histórico de la
biblioteca, la mayoría no trata de los
libros. Los usuarios actuales hablan de
la biblioteca como del lugar donde hacen tareas, juegan en los computadores
y leen cómics, novelas gráficas y prensa.
Y si se fijan, verán también que los testimonios sobre los libros se refieren en
realidad a la experiencia de la lectura,
no a los libros como objetos. Y este panorama que presenta la 7ª edición de la
revista Los Nogales me parece fascinan-
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te. Hoy en día, en que contamos con
tantos dispositivos electrónicos y con
tanta variedad de impresos, los libros
de “solo texto” son apenas algunos de
los insumos que ofrece una biblioteca.
Y el acto maravilloso de sentarnos a leer
en silencio, solos, es tan solo una de las
muchas actividades que se puede hacer
en este lugar. Creo que es obvio que esto
no representa un empobrecimiento. Por
el contrario, representa la abundancia, y
creo también que nuestra biblioteca –y
nuestras bibliotecarias– han comprendido cómo se están redefiniendo las bibliotecas en el siglo XXI.